Las ingenieras tienen dificultades para ascender

Las mujeres han invadido las universidades y en numerosas facultades son ya mayoría, sin embargo, las escuelas técnicas siguen siendo coto de los hombres, pese a que en los últimos años, el número de chicas que ha optado por cursar una de estas carreras ha aumentado notablemente. Su presencia en las escuelas de ingeniería de telecomunicaciones o informática iguala casi a la de los varones, pero en la rama industrial sólo una cuarta parte de los alumnos son mujeres, proporción que todavía desciende más en la especialización de mecánica. Con objeto de analizar las dificultades a las que se enfrentan las ingenieras en el momento de acceder al mercado laboral y de desarrollar una trayectoria profesional, la Universidad Carlos III ha organizado unas jornadas en las que han participado recién licenciadas y responsables de recursos humanos de diferentes empresas.

A pesar de que los procesos de selección de ingenieros son exactamente iguales para hombres y mujeres, lo cierto es, que para cubrir ciertos puestos algunas empresas prefieren hacerlo con varones. Esto sucede, explica Gema Góngora, responsable de Recursos Humanos de Iberinco, 'cuando el puesto está relacionado con presencia en una obra o cuando se trata de negociar con las Administraciones'. 'Algunos directores piensan que es mejor que sea un hombre el que en un momento dado negocie con el alcalde o juegue, si hace falta, una partida de mus', afirma.

La percepción, todavía hoy muy extendida, de que el mundo de la ingeniería y de la tecnología no casa demasiado bien con la mentalidad femenina provoca, entre otras cosas que 'muchas mujeres se presenten a las entrevistas de trabajo con inseguridad', señala Nuria Lorenzo, responsable de Recursos Humanos de Nokia. Y esto ocurre pese a que sus currículos suelen ser más completos.

Sólo un 3% de jefas

El porcentaje de ingenieras en las empresas se corresponde con la proporción de mujeres en las escuelas. A medida que se sube en el escalafón, su número desciende vertiginosamente. En la base de datos de Norman Broadbent, una empresa de búsqueda directa, las ingenieras que han llegado a cargos directivos representan sólo un 3%. 'Para promocionar dentro de empresas que operan en el sector de la ingeniería se requiere, en muchas ocasiones, movilidad geográfica (por ejemplo haber estado al frente de diferentes plantas de producción)', afirma Krista Walochik, directora de la firma. Esa circunstancia se produce con bastante frecuencia al cabo de los cuatro o cinco años de experiencia, cuando los profesionales tienen unos 30 años, edad en la que plantearse tener una familia. Este escenario debería servir para que empresas y trabajadores se replantearan la gestión de las carreras profesionales. 'Puede que haga falta alargarlas o frenarlas durante un tiempo para luego volverlas a retomar', dice Walochik.