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Tribuna:EURO | COYUNTURA INTERNACIONAL
Tribuna
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Aquí PAC, ¿y después...?

La crisis en el sector ganadero propicia una reforma profunda de la PAC

Sonsoles Castillo

Inmersos en plena crisis del sector ganadero en Europa, su impacto está desbordando todas las previsiones. En términos económicos, sólo la crisis de las vacas locas supondrá un coste directo cercano al medio billón de pesetas (más de 3.000 millones de euros). La sufragación de este coste ha provocado los primeros enfrentamientos entre los ministros de Agricultura de la UE, sin que se haya alcanzado un acuerdo sobre la utilización de fondos comunitarios para compensar a los ganaderos por las pérdidas sufridas. A las vacas locas se suma el reciente episodio de fiebre aftosa, hasta ahora circunscrita al Reino Unido, pero que amenaza con extenderse por Europa con la confirmación del primer caso en Francia.

El sector está muy tocado y las consecuencias son difíciles de prever. La crisis parece haber salpicado a los propios fundamentos de la Política Agraria Común (PAC), el peso pesado de las políticas comunitarias, ya que supone casi el 50% del presupuesto comunitario. La crisis de las vacas locas ha abierto la veda, poniendo en primera plana el debate sobre la necesidad de reformar en profundidad la PAC. En las últimas reformas aprobadas en 1992 y 1999 (Agenda 2000) se había avanzado en la liberalización de recursos desde la financiación de excedentes hacia el apoyo a la renta y a las prestaciones medioambientales. Sin embargo, el debate hoy apunta a reformas de mayor calado. La discusión se plantea en términos de avanzar hacia el desarrollo de una agricultura sostenible, esto es, menos intensiva, de mayor calidad y más ecológica. Sin embargo, hay que recordar que la PAC en vigor otorga a los países la posibilidad de destinar hasta un 20% de las ayudas al mercado para favorecer el desarrollo rural, opción ésta que sólo ha sido utilizada, y de forma marginal, por Francia y el Reino Unido.

Aunque la reforma aprobada por la Agenda 2000 es aplicable hasta 2006 y las perspectivas financieras aquí recogidas deben cumplirse, la coyuntura actual otorga un papel relevante a la evaluación intermedia de la PAC prevista en la Agenda, por lo que desde la Comisión se empezará a hacer un análisis exhaustivo con el objetivo de presentar un primer esbozo de reforma en 2002. Mientras, el debate empieza a calar entre los Gobiernos. El Grupo Capri (Dinamarca, Holanda, Italia, Reino Unido y Suecia), y Alemania están demandando una reforma profunda de la PAC. Francia, uno de los principales beneficiarios de la PAC y de los más perjudicados por la crisis, propone una reforma más suave. En paralelo, en el Parlamento Europeo, el 7 de marzo, el denominado grupo de los Verdes presentó un plan de reforma de la PAC que pretende hacer de ésta una política que en lugar de subvencionar la producción (las ayudas directas representan cerca del 70%), promueva la calidad y la conservación de los recursos naturales.

La crisis ha tocado de lleno un pilar comunitario, de ahí las propuestas para reformar en profundidad la PAC. No hay mal que por bien no venga.

Sonsoles Castillo es economista del Servicio de Estudios del BBVA.

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