Los movimientos alternativos
El socialista François Simon, un hombre que peina canas y es candidato de la izquierda plural a la alcaldía de Toulouse, baila al son que le toca el grupo musical Zebda. Resulta todo un espectáculo contemplarle en medio de un concierto convertido en acto electoral.
Así, en lugar de las 2.000 personas que reunía en sus mítines de la primera vuelta, el candidato se ha visto esta semana en medio de concentraciones de hasta 10.000 personas que siguen la canción Allez ouste!, un sarcasmo sobre el aspirante de centro-derecha por Toulouse, que se llama Philippe Douste-Blazy, y es una de las figuras del partido UDF más próximas a Jacques Chirac.
Esa canción-eslogan es la aportación a la campaña del grupo que ha animado la candidatura Motivé-e-s, reclutada entre los medios de la inmigración norteafricana, que con el 12,4% de los sufragios en la primera vuelta demuestra la fuerza que comienzan a tener ciertos movimientos alternativos. Ya se han producido protestas entre votantes tradicionales de la derecha moderada, que se refieren inquietos a la candidatura de los inmigrantes como un peligro de radicalización política.
Simon (27,9% de los votos el domingo pasado) y los chicos de Zebda se oponen ahora conjuntamente a Douste-Blazy. Este último (41,5% de los votos en la primera vuelta), frente a la pujanza de 'los alternativos', ha acentuado la seriedad de sus visitas electorales: rigurosamente encorbatado, se presenta como el hombre serio capaz de gestionar asuntos serios en la zona de Francia donde se va a construir un emblema del futuro, el Airbus A-380.
Los verdes juegan la carta de llenar el espacio que el Partido Comunista va dejando libre en el seno de la izquierda plural. En las 266 ciudades de más de 30.000 habitantes, los verdes optaron por presentar listas propias en 80; y en 49 de ellas sobrepasaron el mínimo del 10% de los votos, que les da opción a presentarse a la segunda vuelta y a negociar, como lo han hecho en París, para fusionarse con socialistas y comunistas en la segunda vuelta de hoy.
La reorganización de la izquierda plural dependerá también de la dimensión de la derrota del Partido Comunista. Los candidatos de esta formación confían en movilizar a suficientes abstencionistas como para mantener los últimos bastiones municipales que les quedan -Nimes o Dieppe, entre otros- y evitar su debilitamiento en vísperas de un congreso previsto para octubre y lanzar las bases de 'un nuevo partido comunista'.
