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Crónica:Semifinales de la Copa del Rey | BALONCESTO
Crónica
Texto informativo con interpretación

Rutinario triunfo blanco

El Real Madrid resuelve sin problemas ante un discreto Cáceres

Robert Álvarez

El Real Madrid grabó el reverso de la moneda acuñada por el Barcelona para llegar a la final. Frente a las maneras autoritarias y disuasorias del equipo azulgrana, el madridista se ha plantado en el partido decisivo a base de pericia y sobreesfuerzos para salvar, a veces por escasas diferencias, los obstacúlos que le pusieron el Unicaja el primer día y el Cáceres ayer. Pero si frente al equipo malagueño tuvo que forzar la máquina hasta el límite, ayer actuó al trantrán.

El Cáceres puso el mismo empeño en amargarle la existencia que el que tan magníficos resultados le dio frente al Tau. Los cambios en defensa del equipo de Julbe, individual, mixta, zona, zona 2-1-2 presionante por todo el campo, le sirvieron para que el Madrid no se encontrara a gusto en ataque durante tres cuartas partes del encuentro. Pero esta vez el equipo extremeño adoleció del acierto en el lanzamiento que tuvo ante el Tau, en parte porque Paraíso, Hamm, Arcega y Sallier no estuvieron todo lo finos que la jornada anterior, pero en buena parte también porque la defensa del Real Madrid les cerró caminos y les perturbó cuando se decidieron a lanzar.

REAL 80|MADRID 71

Real Madrid: Djordjevic (5), Herreros (14), Lucio Angulo (6), Meek (25), Struelens (5) -equipo inicial-; Iturbe (11), Raúl López (8), Milic (4), Alberto Angulo (2) y Zidek (0). Cáceres: Hamm (2), Doblado (9), Paraíso (6), Orenga (17), Sallier (22) -equipo inicial-; Arcega (3), Montes (2) y Perry (10). Árbitros: Betancor, Amorós, De la Maza. Pabellón Martín Carpena de Málaga. Unos 8.000 espectadores.

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El Madrid incurrió en muchos errores, los mayores propiciados por su falta de fluidez para atacar las trampas defensivas de la cambiante defensa del Cáceres. Pero mandó durante todo el partido. No abrió diferencias hasta el tercer cuarto (59-44) y pasó por algunas situaciones de desconcierto como cuando encajó, a renglón seguido, un parcial de 2-11 (61-55). Pero no pasó mayores apuros porque entonces desatascó su ataque con tres triples de Iturbe, dos buenas acciones de Milic, hasta entonces resignado a su papel de secante de Paraíso, y otro triple más de Djordjevic.

En el tramo final el base yugoslavo actuó al mismo tiempo que Raúl López y entre ambos mantuvieron a su equipo instalado en cómodas ventajas. Meek se erigió en el jugador más determinante del Madrid con 25 puntos y 10 rebotes. El triunfo madridista acabó resultando un tanto rutinario aunque no se sabe del todo bien si la indolencia de Struelens y la falta de consistencia en el rebote del Real Madrid se debió a una cierta relajación ante la manifiesta inferioridad del Cáceres, el sobreesfuerzo del día anterior ante el Unicaja y la inmediata perspectiva de una final ante el Barcelona, la primera desde la denominada Copa de Petrovic, hace nada menos que doce años en La Coruña.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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