'Ya estamos centralizando los vuelos del Norte de España al extranjero'

Begoña Llarena (33 años, Bilbao) lleva poco más de una semana como directora del aeropuerto de Bilbao. Licenciada en Derecho por la Universidad de Deusto, su trayectoria profesional ha estado ligada casi exclusivamente a la actividad aeroportuaria: estuvo ya más de cuatro años en Bilbao y los cuatro últimos ha sido la directora del aeropuerto de San Sebastián.

Pregunta. ¿Cuál es el principal reto en su nuevo cargo?

Respuesta. Optimizar el servicio del aeropuerto en sí y también en materia medioambiental y en la prevención de riesgos laborales. Estamos en un edificio emblemático, un compendio de arquitectura, arte, ingeniería, y hay que combinarlo con unas necesidades funcionales.

'En la celda de lindane hemos seguido todos los trámites apuntados por las instituciones'

P. Es joven para hacerse cargo del aeropuerto más importante del Norte.

R. Asumir una responsabilidad no va con la edad. Depende del esfuerzo, el trabajo diario y la profesionalidad. Creo que hay muchísima gente con una edad intermedia que desarrolla responsabilidades importantes.

P. La nueva terminal ha sido muy elogiada, pero también criticada por falta de funcionalidad.

R. Cuando alguien crea un edificio terminal como algo emblemático genera expectativas. Al empezar a utilizarse, hay opiniones en un sentido y otro. En la medida de lo posible, se trata de adaptar a la funcionalidad este compendio de arte. La inversión hecha tiene un montón de factores positivos: de seis embarques hemos pasado a doce, la plataforma tiene 21 stands de estacionamiento. Hay pros y contras, pero tiene mucha operatividad.

P. AENA se comprometió a subsanar deficiencias como la falta de bancos de espera, cabinas telefónicas, la zona de llegadas a la intemperie. ¿En qué estado se encuentra todo esto?

R. Se está trabajando con una prioridad absoluta en la señalítica. Se avanza poco a poco.

P. La ampliación no ha terminado y ahora queda pendiente aumentar la pista principal y el llamado plan especial, que duplicará la superficie actual del área aeroportuaria. ¿Cómo está esto?

R. Ese plan especial se integra en diferentes previsiones de desarrollo del aeropuerto, en función de la oferta y demanda y está directamente en el Ministerio de Fomento, pendiente de su aprobación definitiva.

P. Pero la Diputación de Vizcaya planteó reducir a la mitad ese desarrollo y que se crease una zona neutra que pudiera ser utilizada también por la Administración vasca.

R. Entiendo que en el plan especial se habrá dado traslado a las instituciones con competencia.

P. Con la nueva terminal, se fijó llegar a los 4 millones de pasajeros al año. Ahora hay 2,5 millones. ¿Para cuándo aquella cifra?

R. Este año llevamos un crecimiento del 7%. Para duplicar lo que tenemos no es fácil hacer una previsión. A esa cota se llegará, pero no se puede fijar a priori hasta conocer la evolución. Tenemos un plazo largo por delante todavía.

P. Hace un año, el director de AENA avanzó la intención de implantar en Bilbao, como en Barajas, un centro de mantenimiento de aeronaves. ¿Cómo va la idea?

R. Quien crea estos centros son las compañías, que tienen las aeronaves. Nosotros, ante cualquier petición, lo estudiaríamos. Ahora no hay nada concreto.

P. También se dijo hace un año que la intención es que Bilbao sea un aeropuerto regional que centralice los vuelos del Norte de España al extranjero.

R. Desde el último sábado de marzo, que empieza la temporada de verano, se prevé un aumento de conexiones: tres nuevas con Amsterdam, otra con Düsseldorf y una nueva con Basilea. Estamos marcándonos nuevos destinos, más frecuencias, variedad de compañías aéreas. Creo que cada vez nos conectamos más con toda Europa y estamos cumpliendo ese plan.

P. Hace poco el aeropuerto fue noticia por los tres accidentes en las pistas en apenas cinco meses y se comentaron los problemas con el viento. ¿Va a haber algún tipo de cambio en las medidas habituales de aterrizaje?

R. El aeropuerto es totalmente seguro, perfectamente operativo. Todo funciona a la perfección desde el punto de vista operativo, desde torre de control al sistema de comunicaciones y el balizamiento. La operativa del aeropuerto en el último accidente fue perfecta.

P. Los pilotos han comentado que en Bilbao, cuando hay viento sur-suroeste fuerte, se forma una corriente discontinua en el valle que afecta a la maniobra final de aterrizar. Y plantearon que quizás habría que revisar la velocidad de entrada.

R. Los anemómetros del aeropuerto miden el viento de superficie y los aviones tienen sus propios aparatos de medición. La información que se le ha suministrado ha funcionado.

P. Otro problema es el expediente de infracción abierto por la Unión Europea por el depósito de lindane situado al final de la pista principal. ¿Qué opina?

R. Es un tema todavía abierto por la Comisión, y en lo que compete a AENA, hemos seguido todos los trámites que se nos han apuntado por parte de las instituciones competentes en materia medioambiental. Se ha seguido de la manera más estricta. Lo que se hizo fue solucionar algo que no estaba bien. Y por quien tiene competencia en la materia se consideró que no era necesaria la declaración de impacto [ambiental].