Llamazares exige a Zapatero que recurra ya la Ley de Extranjería

Izquierda Unida no da por terminada la batalla para convencer al PSOE de que recurra la Ley de Extranjería ante el Tribunal Constitucional. El País Vasco ha decidido recurrir -con la abstención de los socialistas-; en Aragón, la decisión está tomada -con el apoyo del PSOE-, y es muy posible que suceda algo parecido en Baleares. IU pretende convencer a los socialistas de que no es razonable que esa ley no sea recurrida por los grupos parlamentarios que tienen ambas fuerzas en el Congreso de los Diputados. Por eso, el coordinador general, Gaspar Llamazares, envió ayer una carta al secretario general de los socialistas, José Luis Rodríguez Zapatero, en la que le pide una reunión urgente para tratar este asunto.

La idea que defiende IU es que ya no vale la excusa que ha puesto siempre Zapatero, esto es, que antes había que intentar negociar la política de inmigración con el Gobierno. No vale porque el recurso, de una forma u otra, se va a presentar. Por eso Llamazares le pide a Zapatero que evite la mala imagen de que esa iniciativa fundamental contra el Ejecutivo llegue por 'una carambola' y no como una decisión firme de las dos fuerzas más importantes de la izquierda. IU no puede presentar en solitario la iniciativa porque la ley exige que sea un mínimo de 50 diputados quienes lo hagan. El portavoz de Grupo Socialista, Jesús Caldera, insistió ayer en que la presentación del recurso sigue 'supeditada' a la negociación con el Gobierno.

Defensor del Pueblo

El máximo dirigente de IU también exigió al Defensor del Pueblo, que ya ha recibido más de 500 solicitudes, que presente el recurso. 'La opinión pública no entendería que aquél que debe defender los derechos humanos de todos no intente cambiar una ley que vulnera claramente los de los inmigrantes', comentó. A juicio del líder de la coalición, Enrique Múgica se está jugando en este asunto su credibilidad como hombre independiente.

Llamazares criticó con dureza al delegado del Gobierno para la Inmigración por sus últimas declaraciones sobre la idoneidad de que los inmigrante profesen la religión católica para su mejor integración. El líder de la coalición llamó a Enrique Fernández-Miranda 'delegado del Gobierno contra los inmigrantes' y dijo que sus palabras eran una 'burla y un insulto' que venía a sumarse a otras que demuestran que este hombre profesa un racismo 'social, cultural y religioso', por lo que pidió su dimisión. 'Primero dijo que los inmigrantes latinos eran mejores, luego que era preferible que hablaran español y ahora que sean católicos practicantes', recordó Llamazares.

En este sentido de oponerse al racismo, la presidencia de Izquierda Unida aprobó ayer que todos los grupos municipales de la coalición en todos los ayuntamientos en los que esté representada sometan a votación una declaración institucional contra el racismo.