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Los despojos de 6.000 corderos se descomponen en el puerto de Ceuta

Los materiales específicos de riesgo (MER) de los 6.000 corderos sacrificados en Ceuta el pasado martes para celebrar la Pascua Musulmana se están pudriendo en el puerto de esa ciudad autónoma, en espera de que las autoridades sanitarias permitan su traslado hasta una planta incineradora al sur de Francia, donde tienen que ser destruidos.

Los despojos de los animales están almacenados en unos 1.300 cortenedores que desprenden un fuerte olor debido a la descomposición de las vísceras y otros desechos de estos borregos, y que han provocado ya algunas protestas por parte de los vecindarios más cercanos. Los MER de los animales fueron recogidos por las brigadas municipales de limpieza hace seis días, una vez concluida la fiesta islámica del Aid el Kebir, en la que cada familia musulmana ceutí degüella un borrego mayor de seis meses rememorando el sacrificio de Abraham.

Este año, debido al mal de las vacas locas y a la fiebre aftosa, la Consejería de Sanidad repartió unos 2.200 recipientes especiales para que esta comunidad, compuesta por unas 30.000 personas, depositara bazo, cabeza y otras visceras de los animales. Esta medida ha tenido una desigual acogida entre las familias, ya que tan sólo se han devuelto la mitad de estos contenedores, con capacidad para acoger los restos de tres animales cada uno.

Autorizaciones de traslado

Desde entonces, estos recipientes habían sido almacenados en una nave industrial y posteriormente en varios camiones que se hallan en el puerto desde el sábado, en espera de embarcar con destino a la península. La Consejería de Sanidad confía en que las autorizaciones pedidas a la Sudirección General de Sanidad Veterinaria y al Gobierno francés lleguen en las próximas 24 horas para que los contenedores puedan viajar finalmente hasta Burdeos. La institución sanitaria asegura, no obstante, que el hecho de que los MER estén todavía en Ceuta no supone riesgos para la salud pública, aunque los residuos orgánicos deberían haberse destruido hace cinco días.

El problema radica en que no se había tramitado la documentación preceptiva ante el Ministerio de Sanidad, que es quien impide el traslado de los despojos de los borregos, debido a las restricciones impuestas al transporte de ganado para evitar la propagación de la fiebre aftosa.

La celebración de la Pascua Grande del Islam, que exige un sacrificio masivo de corderos en los domicilios musulmanes, ha finalizado con la misma polémica con la que se inicio, ya que una asociación conservacionista de animales ha denunciado ante la Unión Europea a los gobiernos ceutí y melillense por permitir el sacrificio de borregos fuera del matadero y por no garantizar el cumplimiento de la normativa sobre la manipulación y control de los MER. El Gobierno ceutí, presidido por el PP, sostiene que se ha conjugado la tradición islámica con las medidas sanitarias.

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