Récord para un Pontífice dado a las grandes cifras

Con la ceremonia de ayer, son ya 471 los mártires 'de la fe' muertos durante la terrible guerra civil española y la Revolución de Asturias de 1934 que han sido elevados a los altares por Juan Pablo II. En noviembre de 1999, el Pontífice proclamó santos a diez de ellos. En total, Karol Wojtyla ha creado 1.227 santos y beatos en 124 ceremonias celebradas en el Vaticano y en medio mundo, a lo largo de sus casi 22 años de Pontificado.

En la última canonización, celebrada el pasado otoño coincidiendo con la fiesta nacional de la República Popular China, hizo santos a 120 católicos chinos, provocando enorme irritación en las autoridades de Pekín.

La beatificación de víctimas de la Revolución de Asturias tampoco fue bien recibida en esa comunidad, por las mismas razones que han llevado a algunos sectores a discutir la ceremonia de ayer: las heridas abiertas por aquel periodo convulso no están cerradas todavía. Aún así, la Iglesia considera que ya es hora de rendir tributo a sus mártires tras más de 60 años después de aquella descomunal tragedia.

La Iglesia española ha sido una de las más activas a la hora de proponer nuevos mártires en el libro-inventario que está elaborando una específica comisión vaticana que pretende incluir en él un amplio espectro de víctimas de la fe.

Los 10.000 mártires españoles propuestos pertenecen en su mayoría al período comprendido entre 1931 y 1939, coincidiendo con la llegada de la República y el estallido de la Guerra Civil. 'La documentación sobre los mártires españoles es rigurosa y, de hecho, sabemos que 13 de ellos fueron obispos, unos 7.000, sacerdotes y religiosos, y alrededor de 3.000, personas ligadas a Acción Católica', comentó el enero del año pasado el historiador y vicario episcopal en Roma Vicente Cárcel, en el simposio dedicado a los mártires del siglo XX celebrado en la capital italiana.

Cárcel justificaba la magnitud de la cifra por las características del siglo XX. Un siglo que 'ha estado marcado por los totalitarismos, es decir, el comunismo y el nazismo', culpables de persecuciones feroces contra la fe. El historiador está convencido de que en España se produjo durante la II República un 'holocausto de católicos'.

En la ceremonia de ayer, fue la diócesis de Valencia la que aportó más nombres; un total de 226 nuevos beatos, frente a 6 de Barcelona y uno de Lleida.