Sainz pierde el triunfo ante Makinen en el último tramo

El Rally de Portugal se decidió al sprint, como si de una etapa ciclista se tratara. Los dos supervivientes a las condiciones más infernales que se han conocido en los últimos años, Tommi Makinen (Mitsubishi) y Carlos Sainz (Ford), llegaron al último tramo de la carrera separados sólo por tres décimas de segundo. Una minucia, un tiempo insignificante. En ese recorrido final, de apenas 11 kilómetros, el piloto finlandés derrotó al español por ocho segundos. Ambos se destacan ahora al frente del Mundial en el que por el momento domina Makinen con cuatro puntos de ventaja sobre Sainz.

El piloto español había conquistado el liderato de la carrera tras un penúltimo tramo brillante pero no consiguió resistir el ataque final de Makinen, que ayer en Portugal consiguió la 22ª victoria de su historial para celebrar su centenario en el Mundial. El piloto finlandés había estado en cabeza prácticamente a lo largo de todo el rally y con su triunfo manda ya en el campeonato con cuatro puntos de ventaja sobre Sainz.

"Lo hemos intentado todo hasta el último tramo, pero no ha podido ser", dijo el piloto madrileño, que ha subido al podio en las tres primeras carreras de la temporada y cuyo inicio de temporada no ha podido resultar más ilusionante. "Que uno de los dos ganara era casi una lotería. En el primer tramo tomamos muchos riesgos, pero en el segundo había algunas rocas en la pista tras el paso de Tommi y tuvimos que esquivarlas".

"Un rally horrible"

A Sainz no se le olvidaron las dificultades que pasó en la prueba: "Estoy contento porque seguimos encadenando buenos resultados incluso en un rally horrible como ha sido éste". Su derrota decepcionó a los miles de aficionados españoles que le apoyaron desde las cunetas, pues la etapa discurría muy cerca de la frontera hispano-lusa.

Pero no había razón. La última jornada del Rally de Portugal volvió a estar dominada por las adversas condiciones climáticas, hasta el punto que el primero de los tres tramos programados en la etapa final fue suspendido porque el barro lo había dejado impracticable. En el segundo, Sainz ganó su sexto tramo de la carrera para colocarse como líder por primera vez en la carrera, pero en la última cronometrada, desaparecidas por fin la lluvia y la niebla, Makinen realizó la exhibición de su vida y atrapó un triunfo tan corto -por la mínima diferencia sacada- como incontestable.

La revancha está a la vuelta de la esquina. Y tendrá lugar en España, cuando del 23 al 25 de marzo se dispute el Rally Catalunya. Makinen y Sainz volverán a jugársela, con permiso del resto de favoritos, entre ellos el actual campeón, el finlandés Marcus Gronholm (Peugeot), que sumó sus primeros puntos de la temporada con la tercera posición en el Rally de Portugal.