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La Generalitat no ha aportado ni una peseta de los 3.000 millones que prometió a la Fira

Malestar entre algunos empresarios porque el Ayuntamiento da prioridad al Fòrum 2004

La apuesta de la Generalitat por la Fira de Barcelona se hace esperar. El conseller en cap, Artur Mas, contestó hace unos días a la petición de recursos de la Fira con este enigma: 'Pondremos el dinero'. Mas no dijo ni cuándo ni cómo la Generalitat pondrá estos fondos a disposición del consorcio. Se limitó a prometer la financiación que precisa la Fira de Barcelona para abordar la conexión entre el recinto tradicional de Montjuïc y el nuevo centro Montjuïc 2, situado en el polígono Pedrosa, en L'Hospitalet de Llobregat.

La Fira quiere integrar Montjuïc 2 en la estructura urbana de Barcelona mediante la construcción de una fachada en la Gran Via, donde proyecta levantar edificios emblemáticos, que saldrán a concurso público. Así, el Consejo de Administración de la institución, compuesto por siete empresarios de reconocido prestigio -Jaume Tomás, Pere Vicens, José Manuel Lara, Josep Blanchart, Jordi Clos, Jaume Valls y Salvador Gabarró-, ha elaborado un plan que prevé, además de la construcción de la mencionada fachada de Gran Via, otra entrada a Montjuïc 2 por el paseo de la Zona Franca, la conexión de los dos recintos mediante transporte público y la construcción de las estaciones del metro de la línea 2, en proyecto.

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El plan incluye un nuevo palacio de congresos que debería ser la alternativa al actual de la avenida de la Reina Maria Cristina. Sectores empresariales vinculados a los principales salones de la Fira -Alimentaria, Construmat, Automóvil y Expoquimia, entre otros- critican que el Ayuntamiento respalde la creación del centro de convenciones del Fòrum 2004, 'mientras que el nuevo palacio de congresos de la Fira y el resto de los proyectos del consorcio avanzan con mucha lentitud'. Para los empresarios, el de Montjuïc se encuentra al límite de su capacidad, ya que 'se celebran unos 60 congresos al año, de los cuales 20 tienen gran repercusión en la ciudad', según el Barcelona Convention Buró, en el que participan el Ayuntamiento y la Cámara de Comercio.

Nadie duda de la vitalidad y el futuro de la actividad congresual de Barcelona, ya que en estos momentos, pese al déficit de instalaciones adecuadas, 'este sector representa cerca de 12.000 millones de pesetas al año en ocupación hotelera', según los datos que maneja el Patronato de Turismo de Barcelona. Prueba de ello es que, compitiendo con el de Montjuïc, recientemente ha sido inaugurado en la parte alta de la Diagonal el Palacio de Congresos de Cataluña, fruto de la iniciativa privada, cuya construcción no se ha visto afectada por la posibilidad de que surja un tercero en el otro extremo de la misma avenida.

El centro de convenciones del Fòrum 2004, impulsado por la empresa Infraestructuras 2004, SA, está evaluando ahora las plicas presentadas por los concursantes que optan a gestionar el centro. Se han presentado el grupo Soteras, el francés General Location -que gestiona los centros de convenciones de Clermont Ferrand y Saint Étienne-, el anglosuizo Rectory Internacional y el alemán Estrel Hotelbetrieb, con sede en Berlín, donde gestiona el centro de convenciones más grande de Alemania. Este centro, cuyo diseño fue encargado a los arquitectos suizos Herzog y De Meuron, está en un edificio de 18.000 metros cuadrados e incluye un auditorio de 4.000 plazas.

En medios de la Generalitat, la crítica contra el municipalismo y el Fòrum 2004 resulta especialmente ácida: 'Ahora que por fin estamos todos juntos en la Fira, el Ayuntamiento de Barcelona se saca de la manga un gran proyecto de hacer un palacio de Congresos en el recinto del Fórum 2004 y se olvida del palacio de Congresos de Montjuïc.', se afirma en medios del Ejecutivo catalán.

Sea cual sea el desenlace de esta nueva polémica, la Fira parece marcada por el desencuentro entre los dos lados de la plaza de Sant Jaume. El Ayuntamiento tiene en su haber la capacidad de movilizar recursos, públicos y privados, en beneficio de la ciudad. En la zona litoral norte, el llamado distrito 22@ -frente marítimo, transformación de Poblenou y la Villa Olímpica-, el nuevo zoo, el centro de convenciones del Fòrum 2004 y los hoteles, cuya gestión será cedida a cadenas internacionales, constituyen los principales focos de movilidad urbana con enfoques destinados al ocio y a las actividades de servicios relacionadas con la nueva economía. En la zona sur, en el área del Llobregat, los proyectos de intervención municipal se centran básicamente en actividades logísticas, por ejemplo en el puerto, el aeropuerto y la Fira.

En ambos casos, el Ayuntamiento ha comprometido elevadas inversiones y ha actuado como motor para iniciativas privadas que buscan alta rentabilidad. En esta línea, que sigue el modelo olímpico, podrán discutirse las formas 'pero nadie duda de la eficacia', según medios del sector inmobiliario, que ha vivido en los últimos años un boom continuado y sin precedentes en la ciudad.

Por su parte, la Generalitat, antes de concretar sus promesas de inversión en la Fira, se ha visto obligada a admitir la falta de fondos públicos para hacer llegar el metro a Montjuïc 2. Y en paralelo a la indefinición respecto a la Fira, el propio presidente Jordi Pujol anunció que la Administración autonómica financiará la estación del tren de alta velocidad en el aeropuerto de El Prat.

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