España quiere limpiar la imagen de Sydney
La selección confía en obtener media docena de medallas, hoy la primera con Martínez
Dieciocho atletas (10 hombres y ocho mujeres) comienzan hoy la delicada labor de limpiar la mala imagen que dejó España en Sydney 2000. Lisboa, en la versión de la pista cubierta, será la primera oportunidad. En agosto, con las palabras mayores del aire libre, se producirá la verdadera hora de la verdad en los Mundiales de Edmonton (Canadá). Pero ya ahora, de que se concreten o no en podios la media docena de posibilidades reales de medallas que parece tener el equipo español, dependerá que la crisis abierta en las antípodas se empiece a cerrar o que continúe abiertamente. Hoy mismo, para empezar, Manuel Martínez puede dar la primera alegría en la final de lanzamiento de peso.
El equipo español se presenta más que nunca como una incógnita. Y lo hace en unos Mundiales bajo techo, donde se han conseguido 13 medallas en sus siete ediciones, pero ninguna de oro. Ocho platas y cinco bronces ha sido el discreto balance.
Hoy también saltará a la pista Reyes Estévez. Junto a Juan Carlos Higuero disputará las series de 1.500 metros. El catalán sigue manteniendo el pulso con la federación que le privó de los Juegos Olímpicos y fue otro detalle que no viajara con el resto de compañeros el miércoles. Lo hizo ayer, tras pedir permiso, para completar su preparación en casa. Después de volver al redil, ha mejorado progresivamente en la temporada y dejó de participar en la reunión de Gante para cumplir con el requisito obligatorio de correr en los Campeonatos de España, que ganó con claridad meridiana. Lisboa será su prueba de fuego ante el keniano Noah Ngeny y el portugués Rui Silva, como grandes rivales. El Guerruj sólo correrá los 3000. En los que no estará Gebreselassie, sin recuperarse de la operación. Será una de las grandes bajas de los campeonatos, junto a Maurice Greene, Marion Jones o Michael Johnson. Pero sí estarán, entre otros, Iván Pedroso, Javier Sotomayor, o la rumana Gabriela Szabo, que hace unas semanas batió el récord del mundo de 3.000 metros.
También hoy empezarán su andadura en los 800 metros Roberto Parra, y en los 400 David Canal, cuyo desparpajo en la gran competición siempre debe ser tenido en cuenta. Sin embargo, será en los 3.000, con Alberto García y, sobre todo, Marta Domínguez, donde se centren las mayores posibilidades de comprobar sus aspiraciones de subir al podio.
Pero lo más inmediato será el nuevo asalto a las medallas de Martínez en peso. Cuarto en 1995 y 1999, y quinto en 1997, el leonés tratará de ser, el menos, tercero, como en los Europeos de Gante 2000. El sexto clasificado en Sydney llega al Pabellón Atlántico lisboeta con la cuarta mejor marca mundial del año, 20,77 metros, sólo superado por el gran favorito, el estadounidense Adam Nelson, 21,40, el surafricano Jannus Robberts, 21,36, y el ruso Pavel Chumachenko, 20,91. Pero no será nada fácil ni meterse entre los seis primeros, porque también estará al acecho el inevitable estadounidense John Godina.
España también tendrá hoy presencia en la pista con Hipólito Montesinos en 60 metros vallas y las saltadoras de altura Marta Mendía y Ruth Beitia, la joven cántabra llamada a revolucionar el salto femenino.
La final estrella de hoy, tras el previsible triunfo de otro clásico, el británico Jonathan Edwards en el triple salto, será la pértiga femenina. La estadounidense Stacy Dragila debe confirmar su escapada en las alturas. Ha llevado el récord mundial de la prueba ya a 4,70 metros y será interesante su duelo con la plusmarquista europea, la rusa Svetlana Feofanova, que ha subido a los 4,65.
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