La televisión digital por satélite dominará el mercado audiovisual

La televisión digital por satélite crecerá en España a un ritmo superior al de otros sistemas de distribución de contenidos y se convertirá en la principal plataforma de consumo doméstico (programas audiovisuales y servicios). Coincidiendo con el apagón analógico, previsto para finales de 2011, será la opción dominante. Ésa es la proyección que ayer efectuó Corporación Multimedia, empresa de análisis e investigación de medios, que pronostica una caída de la audiencia de la televisión generalista hasta situarse a niveles similares a los de Estados Unidos. En ese país, la cadena líder (la ABC) tiene una cuota de audiencia del 14%, mientras que en España la oferta más vista es TVE-1, que en el año 2000 fue seguida por el 24,5% de los espectadores. Pero esta situación tiende a cambiar radicalmente. Las cadenas generalistas, que en su conjunto absorben el 85% de la audiencia, en 2009 acapararán sólo la mitad del mercado.

Los operadores de televisión digital por satélite serán los grandes beneficiados de este reequilibrio. Tendrán a su favor, según Corporación Multimedia, su experiencia en el mercado y su significativa cuota de abonados, además del menor coste (en comparación con el cable) que supone desplegar las infraestructuras.

Tras la televisión digital por satélite, el segundo soporte con mayor número de seguidores será el cable y en tercer lugar se situará la televisión digital terrestre, augura el citado estudio.

Los productos más atractivos se irán concentrado en las televisiones de pago y varios medios convergerán en la pequeña pantalla, si bien el papel que jugará Internet es todavía una 'incertidumbre'. Lo que sí parece claro es que dentro de diez años la oferta audiovisual se disparará. Habrá seis o siete canales nacionales en abierto y otros cuatro autonómicos. Cada uno de ellos incluirá cuatro o cinco programaciones y servicios. Además de los múltiples canales locales, operarán seis plataformas multicanal y multiservicio, a las que se unirán nuevos medios de distribución, como Internet en banda ancha o telefonía UMTS.