Ingresa en prisión una mujer por ocultar el paradero de sus dos hijos

El problema suscitado, y que ha originado la orden de prisión, es que la juez y los fiscales del caso ignoran, desde hace dos meses, 'qué ha pasado con los niños, dónde están, si están vivos o muertos, si están en el extranjero', afirman fuentes cercanas a la investigación.

Celia, tras comparecer detenida ante la juez, declaró que había enviado en un avión a los menores a Guinea, su país de origen, al cuidado de familiares suyos. La juez ha hecho indagaciones en los vuelos dirigidos a ese país y ha comprobado que el testimonio de la madre es falso. El aeropuerto de Barajas ha informado de que los niños no han volado a Guinea en la fecha que señaló Celia a la juez.

Fue el padre de los menores quien informó hace algo más de dos meses a los fiscales y a los jueces de la desaparición de sus hijos y del incumplimiento del régimen de visitas por parte de su ex esposa, de la que está separado. El progenitor expresó incluso su temor de que les hubiese ocurrido algo a los niños, lo que originó la apertura de diligencias. Lo cierto es que el padre, tras separarse de su esposa y conseguir un régimen de visitas, no ha podido estar con sus hijos ni un solo día e ignora qué ha sido de ellos.

En vista de la negativa de la madre a dejar los hijos al padre durante el periodo de visitas legalmente establecido, el Juzgado número 5 de Alcalá de Henares retiró la guardia y custodia a la madre. Desde entonces, nada se sabe de ellos, y los intentos de la juez para conocer su paradero han resultado infructuosos.

En la orden de prisión, la juez imputa a Celia los delitos de detención ilegal (secuestro de los hijos), quebrantamiento de los deberes de custodia (se ignora el paradero de los menores), incumplimiento del régimen de visitas y abandono de menores, puesto que ha obviado el deber de asistir a sus hijos, según el auto de prisión de la juez.

Para su separación conyugal, la madre alegó supuestos malos tratos por parte del marido. 'El padre podrá ser un maltratador conyugal, pero ése es otro tema y ello no quita que tenga derecho a estar con su hijos y que incluso pueda ser un buen padre', destacan las citadas fuentes.

Tras el ingreso de Celia en prisión, un grupo de personas se ha encerrado en la parroquia de San Ambrosio, de Alcalá de Henares, para reclamar la libertad de la mujer. Los encerrados enarbolan un panfleto en el que, además de pedir la libertad de Celia, exigen la regulación de los inmigrantes ilegales. La defensa de Celia ha llegado a decir en un informe que los problemas judiciales a los que se está enfrentando la madre de los menores se deben 'al color de su piel'.

'Nada tiene que ver la regularización de los inmigrantes con el problema judicial que se ha planteado, y el problema es dónde están los niños, qué ha sido de ellos', replican las citadas fuentes judiciales. En el auto de prisión, la juez ni siquiera entra a valorar, 'por infundado', el alegato del color de la piel planteado por el abogado defensor.