Narbona: 'El trasvase no se hará'

El más importante de los trasvases operativos en España es el del Tajo-Segura (apto para conducir 1.000 hectómetros cúbicos), construido durante la dictadura. 'Nunca más podrá imponerse un trasvase así. Esto es una democracia y hay que dialogar con todos los sectores afectados', dice Cristina Narbona al referirse al rechazo que genera en Aragón, Cataluña y Navarra el proyectado trasvase del Ebro al Este, que volverá a expresarse en la manifestación del próximo día 11 en Madrid. 'Sin un consenso con las autonomías o un acuerdo político que satisfaga a las cuencas cedentes, el trasvase no se hará', asegura. El PSOE no descarta los trasvases (postura que ha defraudado a los ecologistas), los relega, mientras a corto plazo cree que las carencias pueden resolverse con un uso más eficiente del agua, la reutilización y la desalación, como proponía Loyola de Palacio cuando el PP estaba en la oposición.

Con estas medidas obtendrían 1.129 hectómetros cúbicos, casi 100 más que con el trasvase, a un precio similar, al mismo coste energético y con las mismas emisiones de CO2. Este planteamiento ha permitido evitar roces regionales dentro PSOE, aunque algunos, como el secretario del PSOE en Almería, Martín Soler, digan que lo 'acatan pero no lo comparten'. Narbona no le da importancia. Cuenta con el respaldo de los máximos responsables del partido, incluido su presidente y de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves. Mientras, el ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, reconoció ayer en el Congreso que hay división en el mundo científico, 'ligada a ciertas incertidumbres', que ha podido despejar el trabajo del Consejo Nacional del Agua.