Críticas a la Audiencia de Girona por la fianza fijada a un presunto parricida

La Audiencia de Girona ha fijado una fianza de un millón de pesetas para conceder la libertad provisional a José Luis Cumbreño, un hombre de 33 años que se encuentra en prisión preventiva a la espera de juicio desde que el mes de agosto de 1999 asesinara a su esposa, Gloria Caridad Falcón, de 36 años y de nacionalidad cubana. Supuestamente, Cumbreño, tras matar a su mujer, la enterró y después confesó su crimen ante los agentes de los Mossos d'Esquadra. La decisión del tribunal, que contó con la oposición del ministerio fiscal, ha sido muy criticada por la asociación Red de Mujeres contra la Violencia Doméstica de Girona.

Marta Latorre, portavoz de la asociación, considera que la medida tomada por la Audiencia de Girona es 'poco pedagógica' para erradicar la violencia conyugal que sufren muchas mujeres y, además, entra en contradicción directa con las medidas que se están impulsando desde entidades e instituciones en estas cuestiones. La portavoz de la citada asociación asegura que se actúa con distinto rasero cuando se trata de abordar un parricidio conyugal cuya víctima es una mujer. El colectivo de mujeres mantiene que este tipo de decisiones judiciales parecen dar 'carta blanca' a los agresores, en lugar de hacer caer todo el peso de la ley sobre los hombres que comenten este tipo de acciones violentas sobre sus esposas.

Arraigo del acusado

La sección tercera de la Audiencia de Girona tuvo en cuenta para tomar su decisión el arraigo personal, social y familiar del acusado, así como la posibilidad de disponer de otras medidas preventivas para evitar el riesgo de fuga del acusado. En caso de hacerse efectiva la fianza, el tribunal impedirá a Cumbreño que salga del territorio nacional y le obligará a presentarse periódicamente en los juzgados.

La Fiscalía de la Audiencia de Girona se opuso a la libertad bajo fianza argumentando que la salida a la calle de Cumbreño podría causar temor a algunas personas que deben testificar contra él en el juicio. Según el letrado del acusado, Carles Monguilod, la Audiencia ha tenido muy en cuenta que Cumbreño confesó su crimen ante la policía por propia voluntad y, además, acompañó a los agentes de la policía autonómica hasta la zona boscosa en la que había enterrado a su esposa.

Según el letrado, la alarma social que puede crear la excarcelación de su defendido no es una razón suficiente para mantenerlo en prisión. De acuerdo con todos los indicios arrojados por la investigación, Cumbreño estranguló a su esposa en el domicilio de ambos, una urbanización de Maçanet de la Selva. La mujer había denunciado malos tratos tres años antes, a los pocos meses de su unión matrimonial.

La declaración de José Luis Cumbreño permitió aclarar que fue incapaz de llevar adelante su plan inicial de fingir la desaparición de su mujer. Cuando los padres del acusado descubrieron el crimen, convencieron a su hijo para que acudiese a la policía y confesara su acción. Son precisamente los abuelos paternos los que, desde agosto de 1999, se han hecho cargo de la hija menor de edad de la pareja.