CiU no irá a la marcha contra el trasvase para satisfacer a los populares

Las direcciones de Unió y Convergència rechazaron ayer apoyar de forma oficial la manifestación que se celebrará el domingo en Madrid contra el Plan Hidrológico Nacional (PHN), pero darán libertad de asistencia a sus militantes. Los nacionalistas catalanes se han visto forzados a adoptar una posición ambigua para satisfacer así a su militancia en las comarcas del Ebro, opuesta frontalmente al plan, y no enemistarse con un Partido Popular que le podría pasar factura en el Parlament. CiU rechaza las movilizaciones y apuesta por la vía negociadora para convencer al Gobierno central de la modificación del actual PHN. Si los nacionalistas no consiguen su objetivo, no dudarán en votar en contra.

El Gobierno catalán exige que se incluya en el PHN el trasvase de agua del Ródano a Cataluña, la limitación a 200 hectómetros cúbicos del caudal extraíble del Ebro, un plan contra la regresión del delta y otro de multimillonarias inversiones en las comarcas ribereñas.

La ambigüedad en la que se mueven los dirigentes de CiU quedó patente ayer cuando Artur Mas evitó pronunciarse sobre la posición que adoptará la coalición en el Parlament el miércoles, cuando se vote una moción de los socialistas en contra del PHN. Los nacionalistas esperan negociar hasta última hora una transacción para impedir de este modo que alguno de sus parlamentarios rompa la disciplina de voto.A la dirección nacionalista no le ha quedado otro remedio que dar libertad a sus militantes para que asistan la manifestación de Madrid si así lo desean. Si no les otorgaban esta concesión, Convergència corría el riesgo de que se produjera una involución política en las comarcas del Ebro por parte de sus dirigentes territoriales y una más que previsible repercusión electoral. El parlamentario de Tortosa Marià Curto ya había advertido de su intención de votar a favor de la moción socialista en contra del PHN. Y otros diputados de la zona podrían haberle seguido.

Artur Mas quiso resaltar ayer que ni la dirección de Convergència ni el Gobierno catalán apoyan este tipo de protestas porque su opción es el diálogo con el PP. Mas y el consejero de Medio Ambiente, Felip Puig, se entrevistan hoy en Barcelona con el ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, para retomar las negociaciones.

Los dirigentes de Unió, tras la reunión de su ejecutiva, se manifestaron en términos similares. No obstante, aunque el partido no respalde la manifestación, sí lo hace la rama juvenil, Unió de Joves, que ha organizado algunos autocares para el traslado a Madrid.

Si finalmente los nacionalistas votan en contra del PHN, Mas dijo ayer que no se siente preocupado por las repercusiones políticas que pueda tener en Cataluña con un posible enfado del PP en el Parlament. 'No romperemos nuestra coherencia en este asunto', destacó.

La decisión de los nacionalistas provocó la respuesta airada de sus socios parlamentarios. El presidente del PP catalán, Alberto Fernández Díaz, acusó a CiU de 'esconder la cabeza bajo el ala' y les invitó a 'mojarse' y 'asumir su responsabilidad porque jugar con posturas ambiguas del sí pero no significa navegar en tierra de nadie'.

José Montilla, primer secretario de los socialistas catalanes, comentó en tono irónico que espera que el Gobierno de CiU no acabe pagando el trasvase, en alusión al bucle del AVE al aeropuerto que financiará el Ejecutivo catalán pese a su oposición inicial. Desde Esquerra Republicana e Iniciativa per Catalunya, sus dirigentes también censuraron la dependencia que sufre CiU respecto de sus socios parlamentarios del PP.

Politización

Los responsables de la Plataforma para la Defensa del Ebro confían en que la movilización convocada para el próximo domingo sirva para que el Gobierno de José María Aznar rectifique y retire del PHN el trasvase del Ebro. Manuel Tomás, portavoz de esta entidad, avisó que, de lo contrario, ésta pedirá a la Unión Europea que no financie esta infraestructura hidráulica.

Tomás, en declaraciones a la agencia Efe, hizo un balance 'muy positivo' de la masiva manifestación del pasado 25 de febrero en Barcelona 'porque demuestra claramente', dijo, 'que la gente de las comarcas del Ebro está en contra del Plan que propugna el Gobierno del Partido Popular'.

El portavoz también reclamó al Ejecutivo de CiU que 'dé un giro y brinde también su apoyo'. Aunque comentó que esta nueva 'batalla del Ebro' se ha 'politizado en demasía', advirtió a la coalición nacionalista que la manifestación del domingo es para reclamar la retirada total del trasvase, 'no para negociar ninguna reducción, y para reivindicar una nueva cultura del agua'.

'Es posible que haya partidos que quieran sacar tajada, pero tenemos claro', añadió Tomás, 'que lo único que queremos es que se frene y se retire el PHN; estaremos al lado de los que nos apoyen sin mirar su procedencia política, y estaremos en contra de los que no nos den su respaldo'.