La selección y la prudencia

Una de las pocas cosas seguras en la próxima gala de entrega de los Premios de la Música, que ocupará el pabellón de deportes del Real Madrid el próximo 22 de marzo, es que un artista de la discográfica Gaztelupeko Hotsak recibirá un galardón. No se trata de una audaz predicción, de una profecía gratuita, sino de una apuesta segura, ya que la editora guipuzcoana ha obtenido un llamativo pleno al copar todas las nominaciones en la categoría de Mejor Canción en Euskera. El galardón de los premios de la SGAE será para Joseba Tapia, por Arraun, Bide Ertzean, por Lilian, o Arima Beltza, por el tema de igual nombre.

Y eso no es todo, ya que dos de sus artistas, Mikel Urdangarin, por Espilue, y Bide Ertzean, por Grisa, optan también a la distinción de creadores del Mejor Álbum en los premios de Euskadi Gaztea (en competencia directa con el Correos de Platero Y Tú). Dos circunstancias que evidencian el éxito de la pequeña discográfica de Placencia de las Armas ante el pinchazo de otras con mucho mayor presupuesto, más atención de los medios y más vacas sagradas en sus catálogos. Es decir, parte con desventaja, por lo que muchos se preguntarán cuál es el secreto de su éxito. 'No sé', es la única y parca respuesta que uno logra arrancar de los labios de Xarra Azkarate, portavoz del sello.

Sin embargo, un fugaz vistazo a los nominados permite descubrir a un joven ex bertsolari reciclado como cantautor (Urdangarin, el autor cuyos trabajos fueron más solicitados en la última Feria del Libro y del Disco Vasco de Durango), un grupo novel especializado en un género tan poco comercial como el blues rock (Arima Beltza) y un cuarteto con especial debilidad por la mezcla de poesía y melodías pop (Bide Ertzean).

Son todas ellas unas características que invitan a pensar que la selección de artistas de Gaztelupeko Hotsak se guía más por criterios como el gusto personal y la falta de miedo a apostar por nuevos valores ('con muchos grupos y cantantes nos ha pasado que, en general, los managers que funcionan en Euskadi profesionalmente no les querían', dicen sus responsables), que por sesudos estudios de mercado que busquen exclusivamente maximizar los beneficios.

'La verdad es que con la mayoría de los grupos que editamos coincidimos personal y musicalmente. A veces haces cosas que dices: 'bueno, estoy seguro de que esto no va a ser demasiado rentable, pero creemos que es interesante, que es bueno y lo vamos a apoyar', ratifica Xarra Azkarate.

Con todo, esas palabras no deben inducir a pensar que publican discos a lo loco, ya que unos años de experiencia y un par de tropiezos ponen a todo el mundo en guardia.

Cinco años

'En la medida del corazón y la razón, la razón ya empieza a tener un sitio importante, porque si no, la economía no se sostiene. Entonces, claro, sí hay que hacer un pequeño estudio para ver si eso va a ser rentable, si vamos a gastar más en promoción, o si lo vamos a hacer de esta manera o de la otra. Porque, claro, no se pueden hacer agujeros continuamente', puntualiza el editor.

Esas convicciones y procederes se han adquirido en Gaztelupeko Hotsak a lo largo de casi cinco años de existencia en los que ha puesto en circulación más de 40 discos. Una producción regida por la siguiente máxima: 'No nos interesa acaparar mucho, sino cuidar bien lo que tenemos, pasárnoslo bien y que sea rentable'. Así, la selección y la prudencia guían la andadura de una empresa que da trabajo a cuatro o cinco personas, según la época, lanza unas tiradas mínimas que oscilan entre los 1.000 y los 3.000 ejemplares, y tiene en Espilue, de Mikel Urdangarin, su particular superventas. Antes de finalizar el pasado año ya se habían despachado más de 10.000 ejemplares de ese álbum.

Sus apuestas inmediatas son Non Demontre, Petti y M-N Ezten, a quienes editará nuevos discos este mismo mes.