Enric Casasses, primer 'kiut' catalán
'Canaris fosforescents', el nuevo volumen del poeta, estrena la etiqueta que promueve la editorial Empúries
El poeta Enric Casasses, la voz más destacada de la poesía oral catalana, llega a la cincuentena. No de libros, aunque poco le falta, sino de años. Para celebrarlo, la colección mixta Edicions 62 / Empúries, donde ha publicado ya siete libros, ha concedido a su nueva obra, Canaris fosforescents, el número 50 y el honor de estrenar el nuevo membrete de la casa: una etiqueta donde figura la leyenda 'Kiut. Denominació d'origen Empúries'. 'La verdad es que a mí eso de los cumpleaños me deja frío', asegura el poeta, que ya en su anterior volumen, Coltells, se autoadjudicaba todos los signos del zodiaco, 'pero esto del kiut está bien, es una historia divertida'.
Esto del kiut, según Bernat Puigtobella, editor de Empúries y acuñador del término, 'es una etiqueta creada para reflejar un estado de ánimo imperante en Cataluña, que es el de la agonía vista con sentido del humor. Formalmente, es una transliteración del inglés cute, que significa algo a medio camino entre 'bonito' y 'cursi', y que aquí se usa como adjetivo del candor y la condescendencia; el hecho mismo de que el estado de una cultura se describa con una palabra de otro idioma ya es todo un síntoma. Cataluña lleva tiempo sumergida en un estado agónico, pero la novedad es que los escritores han aprendido a tomárselo a broma, y así se refleja en muchas obras aparecidas en los últimos tiempos. En el caso de Casasses es inequívocamente kiut porque su lengua es una mezcla del catalán preverdagueriano y el actual, y por eso gusta tanto al público'. Puigtobella, que anuncia como inminentes incorporaciones al catálogo kiut los nuevos libros de Ada Castells, Mirada, y Josep Maria Fonalleras, Puzzle, opina que lo kiut no se encuentra solamente en el arte, sino en todos los campos de la sociedad catalana: 'Por ejemplo, en el desplazamiento de Montserrat a la Sagrada Família como símbolo religioso, en el paupérrimo catalán usado por los programas de humor que triunfan en televisión o en la persona misma de Artur Mas, la versión kiut de Jordi Pujol. Por no hablar del Barça, que es el paradigma de lo kiut'.
Por lo que respecta a Casasses, Puigtobella lo describe como 'un virtuoso de la voz, que es el arma poética por excelencia, hasta el punto de que su literatura es una especie de guiñol'. En el caso de Canaris fosforescents, escrito en Berlín hace cuatro años, el autor describe la forma utilizada como 'poemas en prosa con chascarrillo': se trata de medio centenar de composiciones breves rematadas con un aforismo, cambio de tono o incluso otro poema breve, que gravitan alrededor del tema del descarrilamiento. 'Son imágenes que ni yo mismo soy capaz de explicar', cuenta el autor de La cosa aquella, 'pero que seguramente tienen que ver con la historia general, ese tren que descarrila, aunque también es cierto que nunca he estado en un tren que descarrilase. Lo importante es que el lenguaje oral es la esencia de la lengua, y este libro quiere ser una transposición de la oralidad. La forma del poema en prosa es ideal para ello, tal como nos enseñaron Max Jacob y J. V. Foix, y mucho antes que ellos Ramon Llull'. Aunque no abundan los referentes cultos como en otros libros anteriores, sí aparecen por Canaris fosforescents Mercè Rodoreda, Bob Dylan, Maiakovski y el grupo de rock norteamericano Credence Clearwater Revival. A su lado, irónicas alusiones a la publicidad y homenajes a las pintadas de puerta de lavabo, como aquella que decía: 'De minimus ego non curo' ('no me ocupo de nimiedades'). La portada misma del libro también es todo un poema, con el título escrito con tippex y la enseña de la taberna berlinesa Los Corazones Llameantes, donde el poeta lo redactó.
Casasses, autor prolífico aunque de publicación tardía, dispone todavía de bastante material inédito, y no parece que las fatídicas resonancias del kiut (la agonía como paso previo a la muerte) vayan a impedir que vea la luz. 'En realidad', se apresura a matizar Bernat Puigtobella, 'el concepto de agonía hay que entenderlo precisamente como lucha contra la muerte, como resistencia a morir, que es justo lo que hacen muchos escritores catalanes que, aun sin saberlo, pertenecen a lo kiut'.
Como primera muestra de aplicación de este espíritu a la realidad, la editorial aprovechó el marco de la Setmana del Llibre en Català para montar el pasado viernes en les Drassanes una fiesta al poeta cincuentón.
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