Sin argumentos contra el miedo

Las bolsas europeas han registrado una semana en la que, en términos netos, han dominado ligeramente las ganancias. Asimismo, los niveles de volatilidad se han mantenido elevados con variaciones notables en valores e índices. Este comportamiento viene a reflejar, una vez más, la inestabilidad actual del mercado, que no encuentra argumentos sólidos en los que apoyar una recuperación y que, por tanto, se ve muy expuesto a las variaciones del Nasdaq y a datos no especialmente negativos. Un aspecto diferencial respecto a semanas previas es que en esta ocasión no han sido las grandes compañías de telecomunicaciones y tecnología las que han liderado las pérdidas. Por el contrario, algunas de éstas se han situado entre los valores que más ganancias han aportado a los índices, especialmente, Deutsche Telekom, Nokia y Telefónica, que han subido más de un 10% en términos semanales.

Los resultados empresariales conocidos se han colocado en línea con las previsiones y con el tono poco optimista mostrado semanas atrás. Es decir, el crecimiento de 2000 ha sido muy favorable, pero se sigue incidiendo en una significativa desaceleración para este año. Este mensaje se desprendía de los publicados por RWE, ENI, Pinault Printemps y DaimlerChrysler.

Tampoco esta semana los indicadores económicos conocidos han aportado argumentos positivos para los mercados. Los datos de actividad, principalmente el PIB alemán y los indicadores de clima europeos, aunque sin excesiva intensidad siguen mostrando un tono negativo. Por su parte, la evolución de los indicadores de precios conocidos en los últimos días no permiten esperar un sesgo más relajador de tipos de interés por parte del BCE, aunque se mostró algo más preocupado por el crecimiento económico.