El alcalde de Lepe denuncia amenazas de los inmigrantes desalojados

Los inmigrantes, que han comenzado un nuevo encierro en el albergue municipal tras ser desalojados el pasado viernes de la entrada al Consistorio por la Policía Local, exigen la derogación de la Ley de Extranjería, puestos de trabajo en la campaña fresera y alojamiento en el pueblo para los temporeros.

La amenaza, según la nota municipal, se llevó a cabo durante una reunión que mantuvieron los representantes del colectivo y la responsable municipal al día siguiente de que los inmigrantes iniciaran un encierro en el polideportivo de la localidad, el 20 de febrero, y que abandonaron dos días después para concentrarse ante las puertas del Ayuntamiento, lugar donde permanecieron hasta la actuación policial.

José Oria, que criticó los métodos empleados por el colectivo en sus continuos movimientos de protesta, aseguró que el grupo 'está realmente formado por 13 personas de procedencia española, marroquí y argelina, todos ellos en situación de legalidad, que toman la bandera de la inmigración para que puedan ser considerados como víctimas sociales'.

'Todo esto', añadió Oria, 'ocurre en una ciudad donde los empresarios agrícolas siguen aún demandando trabajadores para la campaña de la fresa, quedan aún viviendas libres en el censo de alquileres y el Ayuntamiento oferta a todos los temporeros, sean o no inmigrantes, el uso gratuito del albergue municipal, comedores sociales, duchas públicas y otros muchos servicios'.

Sin respaldo

El alcalde de Lepe destacó que las acciones que lleva a cabo este colectivo 'no están apoyadas ni por la Organización Huelva Acoge, que considera que las protestas carecen de rigor y se encuentran al margen de la Ley de Extranjería, ni por Izquierda Unida, que desde un primer momento se opuso a cualquier tesis violenta de los inmigrantes'.

'Desde el Ayuntamiento de Lepe', señaló Oria, 'se desconocen aún cuáles son las verdaderas reivindicaciones de estas personas, ya que nunca han sido manifestadas con claridad'. Además incidió en que 'los inmigrantes no pueden dar pie a situaciones de discriminación positiva, ni se les puede dar un trato diferente al de cualquier vecino del pueblo'.

De esta manera volvió a justificar el desalojo realizado ante el Ayuntamiento que se realizó, indicó, 'por razones de seguridad e higiene, ya que habían llenado el lugar de porquería'. La decisión del primer edil fue criticada ayer por el viceportavoz de la ejecutiva provincial del PP de Huelva, José Luis Gallardo, quien aseguró que 'el problema de la inmigración debe plantearse seriamente y con responsabilidad, abandonando las actitudes racistas del PSOE'.

El Ayuntamiento obligará mañana a los encerrados a seguir el trámite habitual para acceder al albergue, 'apuntándose a una lista como lo hace el resto de temporeros'.