GENTE
REPARTO DE TAREAS
Cherie Blair, esposa del primer ministro británico, participó ayer en París en un acto de promoción del diseño y la moda de su país. El día anterior, su esposo confesaba a una emisora de radio escocesa que la pareja se turna para atender los llantos de madrugada de su bebé, Leo, de nueve meses. Según el jefe de Gobierno, los lloros de su cuarto hijo pueden ser tan duros como una larga votación en la Cámara de los Comunes o una ronda de negociación en el proceso de paz de Irlanda del Norte.
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