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Un acuerdo con el Gobierno de Managua pone fin a la huelga de los transportes

Los trabajadores nicaragüenses logran diversas medidas compensatorias

No lograron que el Gobierno les volviese a conceder 240 millones de córdobas (alrededor de 24 millones de dólares) anuales en concepto de subsidio al combustible, cuya supresión fue el origen del paro, pero sí lograron medidas compensatorias.

Entre los diez puntos del principio de acuerdo se contempla la redacción y tramitación con carácter de urgencia de un anteproyecto de Ley de Incentivos para las cooperativas que, como explicaba Eliseo Núñez, secretario general del Ministerio de Transporte e Infraestructuras, a comienzos de la huelga, regulará y codificará una serie de beneficios y ayudas que hasta ahora eran otorgados discrecionalmente por los funcionarios del Ministerio.

También se prevé la creación de un capital semilla , un fondo para subvencionar la renovación de las unidades de autobuses, aunque no se concretó de dónde saldrá dinero para formarlo. Los vehículos que cubren las líneas de transporte colectivo en Nicaragua, tanto urbanas como interurbanas, son autobuses escolares estadounidenses retirados de la circulación por agotarse su plazo de vida e importados. La mayoría se encuentra en un estado lamentable.

Los transportistas consiguieron además la promesa del mandatario de revisar el anteproyecto de Ley de Transporte Terrestre, actualmente en trámites previos a su votación por la Asamblea Nacional, para introducir en el texto medidas para la promoción de este sector, y una antigua exigencia, la devolución del Impuesto General al Valor (IGV). La reforma tributaria de 1997 establecía una tasa cero por este gravamen al consumo para determinados sectores, entre ellos el de transporte público, y determinaba que se devolvería lo retenido por este concepto. Los transportistas no han recibido la devolución de lo retenido por sus compras en el año 2000. Además de la eliminación definitiva de los bonos de combustible, el Gobierno consiguió acordar una moratoria hasta el próximo 31 de diciembre para la concesión de nuevas líneas de transporte. Más difícil resultó conseguir que las cooperativas aceptasen letras de cambio por valor de seis millones de córdobas para compensar parte de la pérdida de la subvención.

También se ha fijado una agenda de encuentros, que comenzará hoy, para discutir otro tipos de ayudas, como podría ser la libre introducción de unidades y repuestos. Se mantiene el precio del billete de autobús en dos córdobas.

Los usuarios nicaragüenses respiran tranquilos con el fin pacífico del paro. A primera hora de la mañana ya habían desaparecido los autobuses que desde el lunes permanecían aparcados para obstaculizar el tráfico en algunas zonas de la capital y otras ciudades del país. Sólo los cristales de ventanas y parabrisas apedreados y las cenizas de neumáticos quemados recordaban algunos incidentes violentos de lo que pudo convertirse en lo que se ha dado en llamar asonada, protestas violentas. El miércoles se produjo un conato de quema con cócteles molotov de una unidad que no secundó el paro.

Tres días de huelga

Durante los tres días que duró la huelga, los 6.000 efectivos de la Policía Nacional desplegados por el país detuvieron a 30 personas por impedir la libre circulación de autobuses que no se sumaron a la huelga. Ya se está gestionando la liberación de los que permanecen en las cárceles policiales.

Desde el lunes miles de nicaragüenses no pudieron acudir a sus puestos de trabajo al carecer de medio de transporte. El sector comercial redujo sus ventas en un 50% ante la falta de clientes en estos tres días, según afirmaciones del presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (patronal), Roberto Terán.

Críticas a los nuevos salarios mínimos

La nueva tabla de salarios mínimos aprobada por la Comisión Nacional del Salario Mínimo nicaragüense, que entró en vigor ayer, ha sido considerada insuficiente por los sindicatos. La mesa de negociación, en la que estaban sentados representantes del Gobierno, sindicatos y la patronal, estudiaba desde noviembre el reajuste de unos sueldos congelados desde septiembre de 1999, a pesar de que la tasa de índice de precios al consumo ha aumentado más del 11% en 2000. El Consejo Superior de la Empresa Privada mantenía en la Comisión que no era posible aumentar los salarios más del 10%. Las siete confederaciones sindicales solicitaban que el sueldo se elevase a los 2.400 córdobas (243 dólares) para todos los sectores. Finalmente, el Gobierno decidió, con la oposición de cuatro de las organizaciones de los trabajadores, un aumento de entre el 12 y el 22%, según los sectores. Los nuevos sueldos oscilarán entre los 1.137 córdobas mensuales de la industria manufacturera y los 2.250 que pasarán a percibir los mineros. También se decretó una subida del 22% para el sector agropecuario, del 15,4% para los funcionarios del Gobierno central y del 8,3% para los trabajadores de la construcción. Los empresarios consideraron la nueva tabla aceptable, pero los sindicatos han anunciado movilizaciones de protesta.

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