Las dudas de Kundry

Uno de los hitos del regreso de Parsifal a Madrid es el debú mundial de Agnes Baltsa en el papel de Kundry. García Navarro empleó todas las artimañas de hechicería que lleva consigo este personaje wagneriano misterioso para que lo afrontara en este momento de su carrera. Fue en la temporada que la cantante griega interpretó Carmen en el Teatro Real cuando el maestro empezó a convencerla. 'Me lo había planteado hace muchos años Herbert von Karajan, pero yo le dije que no. Kundry me ha perseguido durante muchos años, ha sido mi sombra, pero yo he dudado mucho sobre hacerlo o no porque es un papel que no me convencía desde el punto de vista literario, no lo entendía bien', asegura Baltsa, que, entre otras cosas, es experta en alemán.

Pero la fuerza de la música fue definitiva para dar el sí: 'La música es tan hermosa que es lo que me ha convencido al final', dice la artista. 'La música, la presencia de Plácido y la dirección del maestro García Navarro, gran amigo mío, fueron definitivos también. Creo que, si todo sale bien, esto marcará una etapa en mi carrera, una nueva dimensión en mi vida'. Y dice bien, porque la expectación es máxima, tanto que ha provocado la presencia de varios medios de comunicación internacionales en Madrid para ser testigos del acontecimiento. Su miedo al personaje persiste. 'El miedo es algo consustancial a mi vida. Y a eso se une que es un papel con una arquitectura especial. Mis dudas sobre él persisten. No sé qué es Kundry, si es un ser humano, un fantasma, tengo todavía problemas para entenderla', cuenta a corazón abierto.

No es el caso de Matti Salminen, bajo imponente, que ha interpretado su papel de Gurnemanz en 150 ocasiones: 'Para mí es fácil este personaje. Me sale como la miel porque la música es muy adecuada para el texto', cuenta el bajo, algo a lo que pone objeciones Domingo. 'Él creerá que es porque está bien escrito, pero somos más los que pensamos que le sale bien por las cualidades que tiene'.