Telefónica prefiere absorber un rival antes que una 'fusión entre iguales'

En su segundo viaje a Río de Janeiro, esta vez acompañado por más de un centenar de analistas, Alierta rescató la idea de impulsar operaciones internacionales por unidades de negocio, una idea que manejó su antecesor Juan Villalonga cuando reestructuró las filiales de la compañía por línea de actividad (móviles, Internet, atención telefónica, etcétera), antes de lanzarse a la frustrada fusión con KPN.

En esa estrategia, Alierta dejó claro que Telefónica tiene la suficiente capacidad financiera para afrontar con éxito operaciones de absorción y 'para no dar la espalda a las oportunidades que se nos presenten', y puso como ejemplo la reciente compra de las filiales mexicanas de Motorola o la alianza con Portugal Telecom para el mercado brasileño.

El presidente de Telefónica señaló que cualquier perspectiva de crecimiento pasa por ampliar el número de clientes para los que se ha marcado un objetivo, pasar de 65 a 100 millones de clientes gestionados de aquí al 2004. Otras previsiones financieras son que los ingresos crezcan a un ritmo anual de entre el 13% y el 15% hasta 2004 y el resultado bruto de explotación entre un 9% y un 12% anual, en ese mismo periodo.

Entre las prioridades que destacó Alierta a los analistas está la de mantener una 'comunicación abierta' con el regulador que, en el caso español, pasa por el reequilibrio tarifario y la 'probable' revisión de la tasa radioeléctrica.

Por otra parte, Terra confirmó ayer que será Miami, y no Boston (sede de Lycos), su sede operativa para Latinoamérica.