Amargós estrena un innovador concierto para trombón bajo

Al compositor catalán Joan Albert Amargós (Barcelona, 1950) le encantan los retos. Músico ecléctico, al que le gusta moverse en muchos terrenos, desde la música sinfónica a los musicales, el jazz o el flamenco, regresa al mundo clásico con el estreno, hoy en el auditorio de Lleida y mañana en el de Barcelona, de una innovadora partitura que descubre al público las posibilidades del trombón bajo como instrumento solista. 'Es un concierto de gran virtuosismo, arriesgado por su nivel técnico y ambicioso porque enriquece un repertorio limitado', afirma Amargós.

La Orquestra Simfònica de Barcelona (OBC) y uno de sus solistas, el trombonista valenciano Raúl García, estrenan el Concert per a trombó baix bajo la batuta del británico Gilbert Varga esta noche en el auditori Enric Granados de Lleida (21.00 horas). Los melómanos barceloneses podrán escuchar la nueva partitura mañana y el domingo en un programa que incluye el poema sinfónico Le Rouet d'Omphale, de Camille Saint-Saëns, y la Sinfonía número 1, op. 68, de Johannes Brahms.

'Un concierto tiene que ser difícil porque está escrito para el lucimiento de un instrumento, pero el objetivo principal no es la pura exhibición técnica, está creado para que el solista se lo pase bien y para que el público disfrute al máximo', asegura Amargós, que en 1995 estrenó y grabó su concierto para clarinete con Walter Boykens y la Orquestra de Cambra Teatre Lliure. 'Me encanta crear obras para instrumentos que no tienen a sus espaldas una gran literatura concertante, la falta de modelos es una ventaja para explorar limpio de ideas las posibilidades del instrumento y sabes que el solista defenderá la obra con todo el cariño del mundo', comenta el compositor catalán.

Flamenco inspirador

La propuesta de escribir 'una obra difícil' para trombón bajo partió de Raúl García, que ha colaborado con Amargós en varias ocasiones, entre ellas el estreno en 1993 de la Cantata de la terra, con la OBC, y una velada de flamenco con orquesta que el cantaor Miquel Poveda presentó en la pasada edición del Festival Grec. 'La obra es ciertamente muy difícil, explora a fondo todos los registros del trombón bajo, desde sus potentes notas graves a sus agudos dulces, y exige un gran virtuosismo', comenta García.

El solista de la OBC, que en 1999 estrenó en Francia un concierto del compositor Juraj Filas, asegura que el repertorio concertante para trombón bajo 'está creciendo notablemente en los últimos años gracias a la dedicación de compositores franceses y nórdicos que, como ahora Amargós, amplían las posibilidades de lucimiento de un instrumento que no tiene literatura clásica'.

La primera colaboración de Amargós con la Simfònica de Barcelona se llevó a cabo en 1981 con el estreno de sus Variaciones per a orquestra. Tras un silencio de más de una década, estrenó en 1993 su Cantata de la terra y ahora estrena su tercera partitura con el conjunto sinfónico barcelonés.