_
_
_
_
_

'Figo no es la diferencia; su mejor año fue el pasado, y no ganamos nada'

Rivaldo, de 28 años, delantero brasileño del Barcelona, es uno de los pocos azulgrana que no ha viajado esta semana con sus selecciones. Tras saldar el pasado verano su litigio con la directiva -le aumentó la ficha hasta convertirlo entonces en el jugador mejor pagado del mundo- y con el banquillo -Llorenç Serra Ferrer le ha dado la libertad que Louis van Gaal le negó-, va camino de cuajar su temporada barcelonista más brillante. De momento, lleva 24 goles, cinco menos que en la de 1998-1999. 'Con toda seguridad, superaré de largo los 30, pero no soy una máquina', dice mientras lamentando los abucheos que a veces recibe. Ve con optimismo la cita del sábado con el Madrid, en el estadio Bernabéu, y afirma que él habría ganado el Balón de Oro y no Figo si el Barça no hubiera sido eliminado de la actual Liga de Campeones.

'Yo habría sido el Balón de Oro, y no Figo, si el Barça siguiera vivo en la Liga de Campeones'
Más información
'Figo promociona la calidad humana de los portugueses'

Pregunta. ¿Cómo ve el partido del sábado?

Respuesta. Es muy importante para el Barça. El Madrid está muy bien en la Liga y en la Liga de Campeones. Pero el Deportivo, en Riazor, tuvo muy mala suerte: fue superior al Madrid. Pero cada partido es una historia distinta. No veo favoritos. Pero estamos capacitados para ganar y entrar otra vez en la lucha por el título.

P. Pero el Barça llega en una situación límite, a nueve puntos del Madrid. ¿Cómo se explica su bajón en Santander (4-0) y ante el Deportivo (2-3)?

R. Estábamos bien colocados y con una racha de 18 partidos sin perder. El encuentro con el Racing fue muy doloroso y el equipo quedó tocado. Luego, vino la derrota ante el Deportivo. Tampoco la esperábamos. Acusamos el cansancio de jugar dos partidos en 48 horas , pero el Depor jugó muy bien: quizá es el equipo que mejor fútbol está haciendo en este último tercio de la temporada.

P. Ante la Real Sociedad recibió algún silbido ¿Está cansado?

R. Juego muchos partidos y no soy una máquina. Hay momentos en que noto el agotamiento, igual que todo el equipo. Como nos sucedió ante el Deportivo. Pero estoy a disposición del club y del equipo aunque las cosas no siempre salgan bien. A los jugadores se les debe juzgar por dos cosas: por los goles que marcan y por su trabajo en el campo. Soy el futbolista más criticado del Barça.

P. ¿Eso le duele?

R. Lo que ocurre es que, cuando estaba Figo, la presión estaba dividida entre los dos y ahora es toda para mí.

P. ¿Le ha impresionado la trayectoria del Madrid?

R. Tiene un buen equipo y reaccionó muy bien tras caer en la Copa ante el Toledo, un segunda b. El Madrid está muy centrado en la Liga y en la Liga de Campeones. Pero, si queda eliminado, esto puede cambiar. Tendrá la obligación de ganar la Liga y nosotros debemos procurar estar ahí. Pero yo me cambiaría ahora mismo por ellos: con nueve puntos de ventaja en la Liga y en los cuartos de final de la Liga de Campeones. La Copa de Europa es muy importante y tenemos la obligación de ganar algún día ese segundo título. Pero insisto: si ganamos el sábado, surgirán las dudas en el Madrid y se creará mal ambiente.

P. ¿Teme la presión del Bernabeu?

R. Me da igual lo que haga el público. En el campo somos once contra once y no influirá en ningún sentido.

P. Puyol persiguió a Figo en el Camp Nou, pero ahora está lesionado ¿Podrá el Barça repetir el marcaje?

R. Sufrirá seguramente uno muy fuerte. El jugador que le marque seguro que será superior a él. Pero Figo juega en su campo y hará un fútbol más alegre. Habrá que vigilarle.

P. ¿Hasta qué punto cree que la marcha de Figo resume la distancia entre los dos equipos?

R. Figo es un grandísimo jugador que no estaba en el Madrid cuando el año pasado ganó la Liga de Campeones. Estaba en el Barça y no ganamos nada. Figo hace su trabajo en el Madrid tan bien como lo hacía aquí. No ha aprendido a jugar a fútbol en seis meses en el Madrid. Siempre ha sido muy regular y, para mí, su mejor temporada en España fue su último año como azulgrana. Figo está recibiendo un cariño muy especial de la afición y del presidente madridistas. Todos hablan muy bien de él y creo que es para dañar a la afición y a la directiva azulgrana. Hay una pelea constante entre los dos clubes.

P. El Madrid celebró el Balón de Oro de Figo con una gran fiesta y usted, en cambio, lo recibió en el Camp Nou en un acto muy austero.

R. Estoy convencido de que se organizó esa fiesta para hacer daño a la afición del Barça. No la habrían hecho con cualquier otro futbolista ni tampoco con el propio Figo si no tuviera un pasado azulgrana.

P. ¿Le decepcionó no revalidar el Balón de Oro?

R. Yo quedé el quinto. Normalmente, sabes con antelación si eres o no el ganador. Quiero decir una cosa: días antes de que se conociera oficialmente al nuevo ganador, me llamó un amigo mío de París y me dijo que si el Barça se clasificaba para la segunda fase de la Liga de Campeones el Balón de Oro era para mí. Yo entonces estaba bien: había metido tres goles en San Siro, otro en el campo del Leeds y era pichichi de Europa. Si el Milan hubiera ganado al Leeds, en la última jornada [empató y el Barcelona quedó eliminado], habría revalidado el trofeo. En 20 días pasé de primer candidato a quinto. No pasa nada. Voy a trabajar para conseguirlo otra vez.

P. El Milan, por cierto, intentó ficharle el pasado verano ¿Qué planes tiene?

R. Yo tengo contrato hasta 2003 y pienso cumplirlo si el club quiere. No tengo ningún problema. Yo dije hace tiempo que entendería que la directiva quisiera venderme, si es que tiene problemas financieros, porque quedaré libre con 31 años. Ya llevo cuatro temporadas en el Barça y he hecho mucho por este club. Tengo experiencia en el fútbl y entiendo que llega un momento en el que el club necesita recuperar la inversión.

P. ¿Le gustaría irse?

R. No. Aquí estoy muy contento. Mi familia está a gusto y no es cuestión de que mis hijos cambien de cultura, aunque yo me adapto a cualquier sitio. Pero no sólo depende de mí. No tengo problemas para seguir. Estoy muy contento con mi contrato.

P. ¿Pero no considera una equivocación vender al mejor jugador del mundo sin tener un sustituto con garantías?

R. Si el club decide al final venderme, tiene que encontrar al sustituto idóneo y evitar el enfado de la afición. Después de cuatro años, no quiero irme por la puerta de atrás. No quiero hacer daño porque algún día quiero volver a Barcelona y llegar al aeropuerto con tranquilidad. Si tengo que irme, la afición debe entender que la decisión es de mutuo acuerdo y no enfadarse ni conmigo ni con el club. Pero insisto en que no quiero irme.

P. ¿Cree que el Barcelona tiene tantas dificultades económicas como para traspasarle?

R. No creo que vaya tan mal de dinero. Se trata de si les interesa o no recuperar los 4.000 millones que pagaron por mí en 1997. Joan Gaspart, el presidente, me aumentó la ficha, pero nunca me habló de prorrogar el contrato. Con Gaspart fue fácil: él fue testigo de la promesa que me hizo [Josep Lluis] Núñez de mejorármelo. El año pasado jugué cobrando menos de lo que debía. La palabra de un presidente es sagrada y Núñez no cumplió: al contrario, sólo hablaba mal de mí ante los periodistas.

P. ¿Ha hablado ya con Gaspart del futuro?

R. No.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_