CiU intentará acordar con el PSC una moción en contra del Plan

'CiU no puede dejarnos solos en la defensa del Plan Hidrológico Nacional si no quiere que su Gobierno se vea en un equilibrio inestable'. La afirmación es del dirigente del Partido Popular (PP) de Cataluña, Alberto Fernández Díaz. La hizo ayer tras saber que los socialistas catalanes acababan de presentar al Parlament una moción en la que se pide a la Cámara que inste al Ejecutivo a 'definirse contra el Plan Hidrológico Nacional y el trasvase previsto del Ebro'. El temor a que el conflicto interno de CiU en esta cuestión le lleve a votar la propuesta motivó la intervención preventiva del PP.

El bloque de CiU y PP podría quedar en minoría el miércoles, cuando se vote la propuesta, ya que en tres votaciones anteriores sobre el mismo tema el conservador Josep Curto, de Tortosa, ha roto la disciplina de voto. Pero además, varios parlamentarios nacionalistas de las comarcas del Ebro valoran la oportunidad de apoyar la propuesta del PSC.

El presidente del Gobierno central, José María Aznar, hizo llegar hace unos meses un mensaje a Pujol: hay tres asuntos en los que el PP no quiere, bajo ningún concepto, encontrarse solo: la Ley de Extranjería, que ya apoyó CiU en el Congreso, la política antiterrorista y el Plan Hidrológico Nacional. Los conservadores montaron ayer en cólera cuando supieron que algunos diputados de CiU anunciaban que asistirán el día 11 en Madrid a la manifestación contra el plan, entre ellos el tortosino Marià Curto, y que sopesaban la posibilidad de adherirse a la propuesta socialista.

Los ánimos en la coalición nacionalista están muy calientes porque mientras desde el territorio catalán la presión para que el partido se pronuncie contra el plan es muy potente, el Ejecutivo es consciente de que 'ni el Gobierno catalán ni CiU pueden ir contra el PP en este tema. Siempre hemos optado por la vía negociadora', comentaron fuentes de Presidencia.

Desgaste político

El martes se celebró una reunión del grupo parlamentario de CiU donde se analizó la actitud de la coalición respecto a las comarcas del Ebro y las voces críticas fueron predominantes. El propio Artur Mas reconoció que CDC no puede permitirse el desgaste político a que está sometido por esta 'batalla del Ebro' e insinuó un cambio de rumbo. Mientras, se dio el visto bueno para que aquellos parlamentarios que deseen acudir a la manifestación puedan hacerlo sin problemas, aunque Convergència tomará una decisión oficial en lunes en su ejecutiva.

El portavoz del grupo, Ramon Camp, aseguró ayer que en la reunión no se debatió nada que tenga que ver con la manifestación. 'No es un asunto que corresponda al grupo parlamentario', afirmó a este periódico. Camp añadió que CiU votará el miércoles 'de acuerdo con lo decidido el pasado mes de octubre en el propio Parlament'; 'es decir, que no podemos apoyar el plan tal como está ahora', añadió. No obstante, Camp dijo que el grupo 'seguirá las orientaciones del Gobierno y, más específicamente, del consejero de Medio Ambiente, Felip Puig'.Un diputado de Unió ya estuvo en la concentración celebrada el domingo en Barcelona. Se trata de Antoni Castellà. 'Estuve, pero no como diputado, sino como secretario general de los jóvenes de Unió', explicó.

La reunión del martes fue, según el diputado Marià Curto, ex alcalde de Tortosa, 'el primer debate serio y profundo' que se hace sobre la posición de CDC, CiU y el propio Gobierno catalán respecto a las comarcas del Ebro y, también, respecto a la actitud del PP en el conflicto. Otras fuentes nacionalistas explicaron que durante la sesión algunos diputados criticaron con dureza la actitud del consejero de Medio Ambiente, Felip Puig, quien, sugirieron, quizá había recibido información errónea por parte de algunos cuadros locales de CDC.

A pesar de la moción de los socialistas, algunos parlamentarios se muestran partidarios de acordar un texto alternativo en el que pueda expresarse su oposición al PHN y la continuidad de las negociaciones entre los gobiernos catalán y central.

La división interna de CiU es evidente. Los dirigentes territoriales explican que se hallan atrapados entre la presión de la población y la intransigencia del PP. 'Hasta diciembre, creí que el PP había propuesto un plan de máximos y que acabaría haciendo concesiones', explicó ayer Marià Curto, 'pero cada día que pasa es más evidente que no piensan en concesión alguna'.

'Amenaza inaceptable'

Curto, al saber que el PP amenazaba con pasar factura a CiU si él votaba contra el PHN, dijo: 'Es una amenaza inaceptable que demuestra hasta qué punto el PP no está dispuesto a escuchar ni al Gobierno catalán ni a la gente de las Tierras del Ebro. La aprobación del PHN será como un paseo militar. Si el PP retira su apoyo parlamentario a CiU, tiene también que dejar caer a los ayuntamientos de Tortosa, L'Ametlla de Mar y el Consejo Comarcal del Baix Ebre, donde gobierna con el PSC, que es el que ha presentado la moción'.

El diputado socialista Oriol Nel.lo expresó ayer su preocupación ante la que calificó de 'parálisis que aqueja al Gobierno catalán en este asunto'. Nel.lo cree que Pujol debería hacer algún gesto político relevante al respecto.

Mientras, en las comarcas del Ebro se suceden las movilizaciones. Miembros de la Plataforma para la Defensa del Ebro lanzaron sal en la madrugada de ayer ante la sede de la comunidad de regantes de la izquierda del río. Una protesta para expresar su rechazo a las negociaciones que la comunidad mantiene con el Ministerio de Medio Ambiente para que la mitad del caudal previsto para el trasvase se extraiga de los canales de regadío. El obispo de Tortosa, Xavier Salinas, ha recibido cartas de comunidades de regantes de Valencia y Alicante en las que se le critica por haber permitido a los párrocos del arciprestado de Deltebre que se pronunciasen en contra del PHN, informa Josep Maria Arasa.