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Crónica:Campeonato de Europa | FÚTBOL SALA
Crónica
Texto informativo con interpretación

España roza otro título

El campeón mundial se toma la revancha de la final de 1999 eliminando a Rusia en su casa

España se ha asentado en la cumbre del fútbol sala. Después de imponerse con enorme mérito en el Mundial de Guatemala al gigante Brasil el año pasado, está en camino de lograr el Europeo en Moscú. Ucrania, a la que ya goleó en la primera fase (4-1), será mañana (17.00, La 2 y Eurosport) el último escollo. El penúltimo fue ayer Rusia, el anterior campeón, que precisamente le quitó el título de 1999, en Granada, sólo en los penaltis.

No fue fácil, pero la selección tampoco pasó excesivos apuros. Resultó una revancha anunciada. A fin de cuentas, en siete veces que ambos equipos se han enfrentado, España nunca ha perdido en juego: cinco victorias y dos empates, incluido el del triste recuerdo de 1999. Ahora, además, Rusia está en renovación y ayer regaló un primer tiempo del partido con un juego muy miedoso. España marcó entonces su primer gol, el de la ventaja y la tranquilidad, gracias a una de sus figuras, Javi Rodríguez, y se dedicó a esperar. Tras contener el lógico empuje ruso en el comienzo de la segunda parte, sentenció con el segundo tanto con una genialidad individual de Daniel. El gol ruso, el del honor para el tópico, llegó ya demasiado tarde.

ESPAÑA 2| RUSIA 1

España: Amado; Julio, Orol, Daniel y Javi Sánchez (cinco inicial), Javi Rodríguez, Cobeta, Paulo Roberto, Adeva, Joan, Riquer. Rusia: Denisov; Alekberrov, Verizhnikov, Malyshev y Belyy (cinco inidial), Agafonov, Kupetskov, Tkatchuk, Ivanov, Soloviev. Goles: 1-0. M. 12. Bicicleta de Rodríguez ante Belyy y remate a la escuadra izquierda. 2-0. M. 35. Daniel pasa entre dos rusos y lanza otro tiro enorme a la escuadra derecha. 2-1. M. 40. Triangulación Alekberov, Tkatchuk y Belyy, que desvía ante Amado. Árbitros: Lastrucci (Italia), Utsar (Hungría). Estadio Luznikhi. 4.000 personas. En la otra semifinal Ucrania pasó a la final por penaltis, 5-4, tras empatar, 3-3, con Italia.

Una pista 'mal' preparada

Los malos presagios para el anfitrión empezaron incluso antes del partido. La baja de su estrella, Eremenko, pesadilla en enfrentamientos pasados, pero en baja forma actual, fue ya un alivio. Pero además estaba algo que se ha ido repitiendo en todo el campeonato: la pista. Los rusos han puesto en el estadio Luznikhi, habitual escenario de hockey hielo en invierno, un suelo sintético infame para perjudicar justamente el juego más técnico español en tarima. Pero han sido ellos los más perjudicados. Ni siquiera ganaron su grupo, al perder con Italia, y por eso frustraron la que parecía final repetida con España, anticipando el choque a semifinales. El balón no bota apenas, mucho menos de lo poco que lo hace ya en madera, con lo que se igualan las técnicas, pero lo peor es que exige mucho más esfuerzo muscular a los jugadores al agarrar mucho las zapatillas al suelo.

Con esas cortapisas, el juego es menos vistoso, más lento, y una defensa normal puede convertirse en casi infranqueable. Rusia, que tiene calidad pese a la renovación, se plantó ayer en su campo a la espera de robar el balón en un fallo del rival, y el previsible dominio español, el equipo a batir como campeón del mundo y favorito, fue mucho mayor. Un control grande, pero sin apenas abrir huecos. Sólo el que consiguió Javi Rodríguez.

Tras el descanso, Rusia arriesgó, porque no le quedaba otro remedio, de la mano de su capitán y eje Verizhnikov. Pero el bloque defensivo español y, al final, el portero Luis Amado, se mostraron muy seguros. A falta de cinco minutos, Veriznikhov se lesionó y fue el último mal presagio para Rusia. Apenas unos segundos después, Daniel buscó espacio y decidió. España presionó más a partir de ese momento para evitar la progresión rusa desde su propio campo y tratar de que el tiempo pasara. Joan perdió dos ocasiones en sendos contraataques, lo que hubiera sentenciado definitivamente, pero Rusia demostró su calidad al marcar Bely a falta de 1.55 minutos en una gran triangulación, la única del partido. Sintomático.

El fantasma de la prórroga surgió y hasta el recuerdo del 3-3 de Granada. Pero ni la incorporación del defensaSoloviev como portero-jugador para atacar con cinco hombres le sirvió a Rusia. Los rusos estaban ya fuera de tiempo y en los últimos segundos Javi Rodríguez, siempre determinante, forzó dos faltas y hasta la expulsión de Tkatchuk. España supo mandar y templar. Como los campeones. Y le vuelve a faltar sólo otro paso.

El defensa Julio, trastabillado ante Tkatchuk, que sería expulsado.
El defensa Julio, trastabillado ante Tkatchuk, que sería expulsado.AP

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