Combate al dopaje y la hipertensión
Químicos de la UPV estudian métodos contra las sustancias prohibidas y los problemas cardiovasculares
El Departamento de Química Analítica de la Universidad del País Vasco (UPV) desarrolla métodos analíticos novedosos para el control de sustancias prohibidas en el deporte de alta competición y para determinar fármacos usados para combatir la hipertensión, uno de los males cardiovasculares más importantes de la población española.
El equipo de investigadores de la UPV, dirigidos por la profesora catedrática Rosa María Alonso, viene trabajando desde comienzos de los años 90 en estudios de dos tipos principales de sustancias prohibidas: los llamados diuréticos y los betabloqueantes. Las sustancias diuréticas son utilizadas normalmente para bajar peso y para enmascarar otras sustancias prohibidas, mientras que los betabloqueantes se emplean para disminuir el ritmo cardiaco en aquellos deportes que exigen un alto nivel de concentración.
Los científicos de este departamento han colaborado con otros centros de investigación, como el Instituto Municipal de Investigaciones Médicas (IMIM) del Hospital del Mar, que se encargó del control del dopaje en los Juegos Olímpicos de Barcelona, el Centro de dopaje de Colonia o National Institute for Public Health and Environment, de Holanda.
Sin embargo, el Ministerio de Educación y Ciencia ya no cuenta en la actualidad con un área prioritaria de control de agentes prohibidos en el deporte, por lo que los responsables del grupo tuvieron que ampliar su campo de estudio hacia el problema de la hipertensión. 'Es un problema que va en aumento, puesto que incluso se están detectando cada vez más en pacientes jóvenes', en palabras de la profesora. Las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de mortalidad en los países desarrollados (el 45% de los fallecimientos en mayores de 65 años).
El equipo de Química Analítica, que cuenta con cinco profesores investigadores, un investigador doctor y siete doctorandos, estudia los últimos fármacos y sustancias antihipertensivas aparecidas en el mercado, determinándolos en plasma sanguíneo y orina de pacientes hipertensos. Para ello, los investigadores de este Departamento de la Facultad de Ciencias contactan con las principales empresas farmacéuticas, que les suministran las últimas sustancias aparecidas en el mercado o que están a punto de comercializarse: 'Nosotros no trabajamos para estas empresas, que ya tienen sus propios laboratorios de análisis, pero siempre muestran un gran interés por los resultados de los estudios realizados'.
En estos momentos, el grupo de investigación encamina sus estudios hacia varias familias de agentes antihipertensivos: los calcio-antagonistas, los inhibidores del enzima convertidor de la angiotensina (IECA) y los antagonistas de los receptores de la angiotensina II (ARA II), estos últimos de reciente aparición en el mercado.
'En la terapia cardiovascular es frecuente la utilización de una terapia combinada con diversos fármacos, lo que complica el estudio analítico', según Alonso. Las investigaciones multidisciplinares son esenciales, de ahí que su equipo trabaje en colaboración con dos profesores de la Facultad de Medicina y Odontología, Eduardo Ortíz e Isabel López Abadía, y con el grupo de Genética de la profesora Isabel Arrieta, que colabora en investigaciones de genotoxicidad para determinar si las sustancias son tóxicas desde un punto de vista genético.
Con los resultados obtenidos en las analíticas, los equipos médicos extraen conclusiones para poder adaptar o modificar las terapias empleadas en sus pacientes. El desarrollo de nuevos fármacos hasta su comercialización puede durar 10 años.
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