El 'no' de los socios a las mujeres ancla al Círculo del Liceo en el siglo XIX
No habrá dimisiones. Así de rotundos se han manifestado los miembros de la junta de gobierno del Círculo del Liceo que preside el galerista Joan Anton Maragall. La institución dijo sí a las mujeres el pasado 31 de enero al aprobar en asamblea, por mayoría, el cambio de los estatutos del club para permitir que las mujeres pudieran ser socias después de 154 años de veto. Los socios han dicho ahora que no en la votación celebrada desde el pasado viernes al mediodía y hasta las 21.00 horas de sábado.
De nada les ha servido a la soprano Montserrat Caballé y a las otras nueve mujeres obtener una media de un 60% de votos favorables -expresados en bolas blancas para el sí y bolas negras para el no al estilo de los exclusivos clubes británicos-. Necesitaban dos tercios (el 66%) de los cerca de 350 votos emitidos para ser admitidas. Ninguna de ellas los consiguió.
La junta de gobierno del Círculo del Liceo, reunida en la madrugada del domingo tras el recuento de los votos, ha decidido convocar una nueva asamblea general extraordinaria para modificar de nuevo los estatutos y que los futuros aspirantes a socios necesiten sólo la mayoría de bolas blancas para ser admitidos en lugar de los dos tercios que establece ahora la normativa de la entidad.
Un paso adelante, el único, según fuentes de la institución, que la junta de gobierno podía hacer para evitar una criris por el rechazo de los socios a las mujeres. Un paso adelante en la modernización de la entidad para adecuarla al siglo XXI que se ha impuesto como objetivo Maragall.
El grupo opositor, que aglutina a un buen número de socios que en un total de 290 votaron en contra de los cambios el pasado 31 de enero, considera la derrota de las mujeres como una derrota de Maragall y la junta de gobierno. La decisión de ésta de volver a modificar los estatutos es, según han expresado varios miembros de la oposición, 'una escalada más en un enfrentamiento que ha dividido irremisiblemente a los socios'.
'Las bolas negras a las mujeres son un claro voto de censura a la junta. No tenemos nada en contra de ellas, pero sí estamos en contra de la forma autoritaria con que Maragall gestiona el club', aseguró, avanzada ya la madrugada del domingo, uno de los socios de la oposición.
'Con qué cara voy a mirar a los ojos a Montserrat Caballé y al resto de las nueve mujeres que no han sido aceptadas y a las que conozco, cuando me las encuentre', se lamentaba también en la madrugada del domingo otro socio contrario a los cambios. 'Una bola negra equivale a un insulto. Hace 37 años que soy socio y sólo en dos ocasiones he visto poner bolas negras a dos hombres que querían entrar y tenían cuentas pendientes con la justicia'.
El sentimiento de 'vergüenza' por el rechazo a Montserrat Caballé de algunos de los socios contrarios a la entrada de mujeres, en su mayoría amantes de la ópera, no impide que sean rotundos en sus manifestaciones. 'Las mujeres siempre han podido entrar en el Círculo del Liceo acompañadas por socios. Por qué las cosas tienen que cambiar si han funcionado siempre bien así', dijo ayer por la mañana uno de ellos. ¿Discriminación de sexos? 'El Círculo del Liceo es una asociación privada que puede decidir si quiere que sólo los hombres sean socios. Nadie nos puede imponer nada, la Iglesia tampoco deja a las mujeres ser sacerdotes y nadie invoca la Constitución por ello'.
Una larga espera de cinco años
Cinco años. Éste es el plazo que establece el reglamento del Círculo del Liceo para que los socios derrotados en una votación puedan volver a presentar sus candidaturas para ingresar en el club. Montserrat Caballé y las otras nueve mujeres deberán esperar este plazo, aunque todas ellas llevan años entrando en la institución de la mano de sus esposos, padres, hermanos o amigos. Caballé emprendió ayer viaje hacia Londres y a primera hora de la mañana del domingo, al salir de su casa, todavía no sabía que su candidatura había sido rechazada, según fuentes cercanas a la soprano. De la otras nueve mujeres -las empresarias Adela Subirana y Magdalena Ferrer-Dalmau, las financieras María Teresa Samaranch, hija del presidente del Comité Olímpico Internacional, y Maria Àngels Vallvé, esposa del presidente de la Bolsa de Barcelona, Joan Hortalà; María Soledad Rocha, mujer del empresario de cosmética Antonio Puig; Montserrat Vall-llosera, viuda del empresario Pere Duran Farell; Patricia Nadal, hija del recientemente fallecido marqués de Alella; Cristina Nueno, hija de un miembro de la junta; y Stella Raventós, vicepresidenta de la Asociación Española de Asesores Fiscales-, ayer sólo Raventós hizo declaraciones sobre el resultado de la votación. Dijo que valoraba el rechazo a las mujeres como un voto de castigo a la junta por los cambios que había introducio en el club, pero consideró que al Círculo del Liceo ya le tocaría entrar en el siglo XXI.
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