<i>Teles en el metro</I>
Esta carta es una queja y una reivindicación a la vez. Queja, por el paternalismo del Transporte Metropolitano de Barcelona, que desde no hace mucho se cree en el deber de informarnos sobre lo que pasa en el mundo, cuando debería limitarse a transportarnos bien. Me quejo, pues, de las teles instaladas en el metro. Reivindico el derecho de permanecer en silencio y de no mirar lo que se quiere que miremos.
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