España reduce el ritmo de inversión en Latinoamérica

Aunque las estimaciones de crecimiento para América Latina en 2001 son moderadamente buenas, las empresas españolas han empezado a reducir sus previsiones de inversión en esta región tras varios ejercicios de fuerte progresión. Las últimas estimaciones de los Ministerios de Economía y Asuntos Exteriores, basadas en los compromisos y previsiones de las propias compañías, cifran en 15.000 millones de dólares (aproximadamente 2,5 billones de pesetas) las inversiones a realizar en países de la región hasta el 2004.

Unos datos que concuerdan con la caída de un 48% de la inversión en América Latina en los nueve primeros meses del pasado año, hasta 2,47 billones de pesetas, y con la fuerte reducción registrada en ese mismo periodo en el porcentaje que respresentan sobre el total de la inversión exterior española: han pasado de representar el 78,2% del capital invertido en 1999 al 33,5%.

De menos a más

Latinoamérica crecerá este año un 3,8%, según un reciente estudio del BBVA, una tasa ligeramente inferior, tres décimas menos, a la estimada para 2000. Este crecimiento sostenido, según estos expertos, será además más homogeneo entre los distintos países del área, con tasas de aumento del PIB en todos los casos superior al 2,2%, e irá acompañado de mejoras importantes en inflación (caerá del 9,2% en 1999 al 5,7%) y déficit público (4,6% del PIB en 1999, 2,6% en 2000 y 2,1% este año). Países como México y Chile registrarán déficit cercanos a cero.

Estas previsiones positivas de la evolución de la economía latinoamericana se enmarcan además, según advierte el servicio de estudios del BBVA, en un escenario de desaceleración de la economía de Estados Unidos. Según estos expertos, el efecto sobre la región de la desaceleración estadounidense será positivo en términos netos: afectará de forma limitada al comercio exterior, sobre todo en México, pero tendrá un efecto claramente positivo en la región por una reducción en el coste de financiación externo, menores tipos de interés domésticos y una ganancia de competitividad de las economías nacionales. Latinoamérica irá de menos a más a lo largo de este ejercicio, según este informe.

La caída de las previsiones de inversión de las empresas españolas en la zona, en este contexto, se explica por otros motivos, aunque en la última semana hayan crecido los temores a un contagio de la crisis turca a otros países emergentes como los latinoamericanos. La delicada situación argentina, las importantes posiciones alcanzadas ya en esos mercados por los sectores bancario, energético y de construcción y la culminación de buena parte de los procesos de privatización en los países latinoamericanos, puede estar detrás de esta significativa desaceleración del crecimiento de la inversión española en América Latina.