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La asociación de teólogos Juan XXIII dice que la Ley de Extranjería cercena derechos humanos

'Los derechos humanos son universales e indivisibles. No admiten excepciones discriminatorias ni límites geográficos', afirma la asociación de teólogos y teólogas Juan XXIII en un documento muy crítico con la Ley de Extranjería y la política de inmigración que se sigue en España. En su opinión, los diferentes poderes políticos, económicos y sociales tienden a contemplar el fenómeno 'no desde los derechos de los inmigrantes, sino desde las necesidades, conveniencias e intereses' de los 'países desarrollados'. 'Se considera a los inmigrantes como simple mano de obra barata que se necesita para el propio crecimiento económico y el bienestar de la ciudadanía autóctona', concluye el documento.

La junta directiva de esta asociación de teólogos católicos de carácter progresista está integrada por Enrique Miret Magdalena, Juan José Tamayo-Acosta, Casiano Floristán, José María Castillo y Alfredo Tamayo Ayesterán.

La Conferencia Episcopal Española, también muy crítica con el trato que el Gobierno dispensa a los inmigrantes, expresó hace dos semanas su preocupación por los reiterados encierros en templos de culto católico, ofreciendo, además de su solidaridad, otro tipo de locales para esa causa. '[Los inmigrantes sin papeles] son invisibles en el plano legal', dijo entonces el portavoz de los obispos, Juan José Asenjo, mientras que al arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo, esos encierros y la actitud de los poderes públicos le parecían incluso 'una especie de claudicación de la democracia'.

'Acoge al extranjero'

En cambio, los teólogos y teólogas de la Asociación Juan XXIII consideran 'muy positivamente' los encierros de inmigrantes en los templos, e interpretan como 'un signo profético de gran alcance el apoyo incondicional y la acogida solidaria que algunas comunidades cristianas, especialmente las parroquias, prestan en sus templos a aquellos inmigrantes a quienes la ley expulsa' de España. 'Es una práctica que debería extenderse a todas las instituciones religiosas y convertirse en actitud fundamental. Nos parece la respuesta más acorde con el imperativo ético presente en las diferentes tradiciones religiosas', dice el documento en alusión al mandato evangélico: 'Acoge al extranjero'.

La Asociación Juan XXIII, después de manifestar su consciencia de que el problema de la inmigración 'no se resuelve abriendo las puertas a todos los que llegan' -'porque es más profundo y tiene raíces estructurales'-, reclama la creación de un nuevo orden internacional más justo que 'promueva condiciones de vida auténticamente humanas en todos los pueblos, y especialmente en aquellos donde la pobreza azota de manera más dramática'. Los teólogos también apoyan la creación de un foro de religiones para reflexionar y hacer propuestas encaminadas a resolver esta dramática situación.

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