10.000 israelíes recogen máscaras de gas por temor a un ataque de Irak
A pesar de los mensajes de calma lanzados desde la jefatura del Gobierno en Jerusalén, tropas israelíes y estadounidenses iniciaron ayer en el desierto del Neguev, al sur de Israel, una serie de maniobras militares conjuntas con un objetivo primordial: desplegar y entrenar a las tropas en el uso de los misiles Patriot, que durante la guerra del Golfo, en 1991, fueron utilizados para interceptar los proyectiles Scud lanzados desde Irak.^M
En estas maniobras conjuntas, que durarán cinco días, se utilizarán unas versiones mejoradas de los misiles Patriot, que han llegado a Israel hace pocas semanas procedentes de Alemania. Estos nuevos misiles servirán para reemplazar a los antiguos Patriot, muchos de los cuales se revelaron defectuosos durante la guerra del Golfo.
Israelíes y norteamericanos confían, sin embargo, en poder reemplazar en un futuro próximo esas baterías de misiles antimisiles por otros proyectiles más sofisticados y certeros: los Arrow, de tecnología israelí. Estos nuevos proyectiles han sido diseñados en un programa conjunto con Estados Unidos a lo largo de los últimos 14 años y en la operación se han invertido más de 2.000 millones de dólares (unos 360.000 millones de pesetas).
Mientras Israel pone a punto su armamento, se repitieron ayer en diversas ciudades de Irak manifestaciones multitudinarias en apoyo a Sadam Husein y a la causa palestina, en las que los lemas más coreados fueron: 'Sadam, todos somos tus soldados; bombardea Tel Aviv' y 'muerte a América, muerte a Israel'. Frases similares se gritaron también en poblaciones de Gaza y en Cisjordania, donde, por tercer día consecutivo, se produjeron manifestaciones en apoyo a los 'hermanos iraquíes', en respaldo a la Intifada y contra el primer ministro electo de Israel, Ariel Sharon.
La ira palestina se agudizó ayer en el campo de refugiados de Balata, cerca de Nablús, después de que un dirigente local del movimiento integrista Hamás fuera abatido por francotiradores israelíes en represalia por sus supuestas implicaciones en atentados. El Ejército también bombardeó la población de Beit Jala, cerca de Belén, y ocho palestinos resultaron heridos.
El asesinato del dirigente de Hamás se producía pocas horas después de que el ministro israelí de Asuntos Exteriores y de Seguridad Interior, Shlomo Ben Ami, difundiera una carta en la que protesta por este tipo de 'ejecuciones sumarias' perpetradas por el Gobierno al que pertenece.Cerca de 10.000 israelíes acudieron el domingo a los centros de protección civil a recoger o renovar máscaras de gas, en previsión de hipotéticos ataques bacteriológicos por parte de Irak. El Gobierno de Ehud Barak ha lanzado un mensaje tranquilizador a la población. No habrá reparto masivo de máscaras, ya que 'no hay ninguna necesidad de medidas especiales' y las posibilidades de un ataque iraquí sobre Israel son, 'por ahora, mínimas'.
[Por otro lado, Israel relajó ayer el bloqueo a la franja de Gaza y permitió la entrada de alimentos y medicinas.]
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