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Crónica:23ª jornada de Liga | FÚTBOL
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Deportivo descuelga al Barça

Víctor decide en la prolongación un partido muy disputado y con muchas alternativas

Ramon Besa

En un buen partido, por el nervio, la emoción, el interés de los contendientes y las alternativas, el Deportivo apartó al Barcelona de la senda de la Liga y se dispone a disputarle el liderato al Madrid. Justo cuando uno y otro equipo se habían neutralizado en un choque de un desgaste tremendo, Víctor sentenció en la prolongación con un gol a balón parado tan bello como imprevisto, salido de una jugada de estrategia, que premió el buen diseño que Irureta hizo de la contienda. Especialmente activo en el primer acto, el Barça se desfondó en el segundo, víctima de la fatiga y de su propia desdicha. A los azulgrana les sobró partido y les faltó un poco de juego, un poco de carácter, un poco de suerte, un poco de todo, sobre todo futbolistas. El Deportivo aguardó pacientemente su momento, administró mejor sus recursos, especialmente la profundidad de su plantilla, y por vez primera salió victorioso del Camp Nou cuando más lo necesitaba. Pese a que su alineación provocó una cierta decepción, pues había interés por saber del buen momento de juego del exquisito y al tiempo quebradizo Valerón, sustituido por el tragamillas Emerson, el Deportivo jugó como el campeón que es en un estadio en el que muchos equipos se dan media vuelta. Fue a por el partido y de camino se encontró con un Barcelona enfebrecido, con Luis Enrique apareciendo en cada jugada, y manejado por el criterio de Guardiola. El ir y venir de unos y otros provocó un encuentro dinámico, temperamental, febril y abierto, con llegadas en una y otra área, especialmente gratificante para una hinchada depresiva como era la azulgrana. El Barcelona sufrió tanto como el Deportivo cuando no tuvo la pelota. Los azulgrana estuvieron un rato fuera del partido por un gol trempranero de Djalminha en un remate que le preparó Makaay de forma majestuosa. Atacaban los gallegos por el costado de Sergi, con Víctor al mando de las maniobras, y obligaban al Barça a salir de su campo por medio de Reiziger, que en ausencia de Abelardo ejerció de central. Nada más empezar, tenían el encuentro justamente donde querían.Hay factores, sin embargo, que resultan incontrolables para cualquier equipo, y entre ellos la agresividad de Luis Enrique, la movilidad de Zenden y especialmente la clarividencia de Guardiola. El Barcelona aceptó de buena gana el intercambio de golpes: abrió la cancha, le dio aire a la pelota y jugó a la carrera como pedía el partido. En el intercambio de golpes, los azulgrana sacaron mejor resultado, porque desequilibraron en dos jugadas a balón parado. El remonte local no supuso, sin embargo, ningún punto de inflexión en la contienda, que continuó abierta, con mucho tráfico, vibrante y siempre emotiva por bella. El Barcelona tuvo el partido a huevo en un par de remates que los puntas malgastaron de mala manera, y ahí se le escapó el triunfo. Por la ausencia de Overmars, el equipo no desbordó por la banda izquierda, pero había encontrado en Zenden a un futbolista generoso y móvil, que guardaba bien la posición de extremo, hasta que se lesionó. Falto de jugadores de banda, el Barça se vio sometido por el Deportivo, que recuperó la pelota en el arranque del segundo tiempo y comenzó a tejer jugadas de gol. Lo pasó mal el Barça ante la omnipresencia de Emerson, los apoyos de Djalminha, la salida a escena de Valerón y la pegada de Víctor. Muy cansado por el partido de Atenas, harto de batirse en batallas menores, el Barcelona ya no resistió más y reventó. Perdió vitalidad, reculó, no supo aguantar la pelota y pasó a jugar a la contra.Nunca se distinguió por su orden defensivo, y en la acumulación de jugadores en área propia acostumbra a salir mal parado. Falto de jugadores de refresco, el equipo azulgrana acabó por perder el partido con los cambios, circunstancia que expresa lo errático de la política de fichajes ante un adversario con un plantel muy variado. Víctor apareció entonces como el futbolista desequilibrante en dos acciones preciosas: en una controló un pase interior precioso de Djalminha y remató a la red y en la otra tranformó una falta por el lado opuesto al que se suponía. El último tanto coronó el remonte del Deportivo y le legitima para discutirle el primer puesto al Madrid en perjuicio de un Barça que se fajó con la entereza de un noble perdedor. Triste consuelo.

BARCELONA 2|DEPORTIVO 3

Barcelona: Reina; Gabri, Reiziger, De Boer, Sergi (Gerard, m. 78); Guardiola, Cocu; Luis Enrique (Dani, m. 78), Rivaldo, Zenden (Alfonso, m. 45); y Kluivert. Deportivo: Molina (Songo'o, m. 30); Manuel Pablo, Donato, Naybet, Romero; Emerson, Mauro Silva; Víctor, Djalminha (Capdevila, m. 80), Fran (Valerón, m. 56); y Makaay. Goles: 1-0. M. 5: Víctor centra, Makaay toca de espaldas para Djalminha, que remata con la zurda desde fuera del área; el balón, raso, se cuela por el primer palo. 1-1. M. 14: Rivaldo, de penalti cometido por Naybet sobre Luis Enrique. 2-1. M. 34: Guardiola sirve un indirecto desde la derecha y Luis Enrique cabecea cruzado en el primer palo. 2-2. M.71. Djalminha mete un pase interior y Víctor lanza un precioso disparo a la red. 2-3. M.93. Víctor, de falta directa. Árbitro: Medina Cantalejo. Amonestó a Luis Enrique, Donato y Djalminha. Unos 90.000 espectadores en el Camp Nou.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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