¿Qué hay de lo mío, señoría?

Cualquier servicio público que se precie tiene un horario de atención al público. La justicia también, en lo que se llama 'horas de audiencia'. La diferencia es que un ciudadano sabe perfectamente a qué hora visita su médico o cuándo puede hablar con el profesor de su hijo, porque tienen un día y una hora establecida, pero hablar con un juez no resulta tan sencillo para una persona de la calle. Salvo excepciones, que las hay.

Ahora, la justicia de lo contencioso, que es la que tramita los pleitos sobre los acuerdos más diversos que puede adoptar la Administración, ha dado un paso en ese sentido para acercarse más al ciudadano. A partir del 1 de marzo, los jueces de esta especialidad del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) habilitarán dos horas semanales de su tiempo para que las personas que estén afectadas directamente en un proceso puedan entrevistarse con ellos y plantearlos aquello de '¿qué hay de lo mío, señoría?'. Así, la gente de la calle podrá saber en qué momento se encuentra la tramitación de su pleito, cómo se está desarrollando y cuánto queda para que se resuelva.

Los magistrados dedicarán dos horas cada semana para atender al público

La iniciativa ha partido del presidente de la Sala de lo Contencioso-administrativo del TSJC, Ángel García Fontanet, y ha sido acogida favorablemente por la mayoría de los magistrados y secretarios judiciales afectados. Pero tampoco han faltado las reticencias de tres o cuatro. 'Si alguien se atreve a creer que en el siglo XXI no debe haber un servicio organizado para atender al ciudadano que acude a la justicia, que lo diga en público y se resolverá', afirma García Fontanet. En su opinión, ese acuerdo es compatible con la organización interna del trabajo que desarrolle cada magistrado.

En cumplimiento de ese acuerdo, los jueces y secretarios de la Sala de lo Contencioso-administrativo del TSJC, incluidos el presidente y los suplentes, deberán comunicar los días y las horas reservados para atender a los ciudadanos, que colocarán en lugar visible de las oficinas judiciales. Para concertar las entrevistas se podrá llamar al número de teléfono 93 344 00 05 entre las 9.00 y las 14.00 horas y el comunicante explicará su identidad, la causa por la que tiene interés y en qué consiste. Mirando las diligencias del pleito, se sabe a las claras si el ciudadano tiene una relación directa con el caso, lo que se llama 'un interés legítimo'. Si es así, se le concederá la entrevista con el juez. Si no, se le denegará a través de un escrito razonado.

Serán dos días a la semana de una hora cada uno para atender al público, en un intento, asegura García Fontanet, de anticipar la aplicación de la Carta Europea de Derechos de los Ciudadanos ante la Justicia. Un texto en el que se explica algo tan obvio como que el ciudadano, 'por razón de dignidad', tiene derecho a que su relación con los juzgados esté presidida por la puntualidad. Y también a ser recibido por el juez o el secretario con cita previa.

Algunos magistrados consultados no ocultan que la iniciativa de García Fontanet les parece un 'exceso reglamentista'. En su opinión, el juez sabe que tiene la obligación de recibir al ciudadano implicado en un pleito y no hacía falta ir tan lejos y que se deba concretar día y hora.

Pero tampoco falta quienes opinan que no está de más esa concreción. 'Hace mucho tiempo que esperamos que los jueces bajen al ruedo y tengan un contacto con el público', opina Joan María Xiol, vicedecano del Colegio de Abogados de Barcelona. 'Que la justicia dé la cara siempre será bien recibido por la gente y esa es la mejor manera de que suba la valoración de la ciudadanía', precisa el vicedecano.