'Los jueces desasisten a las mujeres víctimas de malos tratos'

Blanca Estrella (Bilbao, 1944) es maestra de profesión, pero domina el lenguaje judicial como si lo suyo fuera la abogacía. Es una de las consecuencias de su trabajo como presidenta de la asociación de defensa de los derechos de la mujer Clara Campoamor. Esta agrupación nació hace 16 años para impulsar la participación de las mujeres en política, pero pronto tuvo que cambiar sus estatutos porque no recurrían a ellas aspirantes a cargos públicos, sino mujeres maltratadas. Con sede en Bilbao, delegaciones en Castilla y León y La Rioja y una red de 15 abogados en toda España, la asociación ha ejercido como acusación popular en casos como el de las niñas de Alcàsser, el Raval de Barcelona o el asesinato de Virginia Acebes.

Pregunta. ¿Cómo han evolucionado los delitos contra las mujeres?

Respuesta. Ahora hay menos delitos de malos tratos que en 1985. Lo que sucede es que los malos tratos ahora son de mayores consecuencias físicas, las agresiones son más crueles. Además, ha cambiado el perfil de la mujer asesinada. Hace ya tres años que venimos denunciando que las mujeres víctimas de malos tratos están ya independizadas, han comenzado una nueva vida, y a este problema nuevo no se le están buscando soluciones desde la Administración estatal. Estas mujeres tienen ya su casa, pero no tienen justicia.

P. ¿Hay datos que refuerzan esta tesis?

R. El año pasado, el Gobierno [central] notificó a bombo y platillo que iba a destinar más dinero para luchar contra la lacra social de los malos tratos a mujeres. En el mes de julio hubo una mujer más asesinada que en todo 1999. Y sigue pasando; en enero de 2000 murieron dos mujeres por malos tratos y este año, del 1 al 20 de enero han caído cuatro mujeres muertas, todas separadas. Se están poniendo parches antiguos en problemas nuevos.

P. ¿Hay vacío legal para solucionar este problema?

R. No, el problema es la aplicación de la ley. Intentos de asesinatos se están calificando como meras faltas y además los delitos no se acumulan. Cada vez que la mujer va a denunciar las agresiones, le toca un juzgado diferente y hay que luchar para convertirlo en un único sumario. Es una desasitencia por parte de los jueces impresionante.

P. Según la Diputación vizcaína, el 78% de los maltratadores que se somete a tratamiento psiquiátrico se cura.

R. No comparto esas cifras. ¿Qué pasa con los 200 maltratadores que hay en Vizcaya? La mujer denuncia y le piden que vaya el marido para curarse y mientras tanto él escapa de la acción judicial. Primero hay que dar respuestas justas a la víctima y después, tratemos el desdoblamiento de personalidad del maltratador y no a la vez, como está ocurriendo. Es poner chinas en el camino de las mujeres.