PROBLEMAS PARA UNA MANSIÓN DE BECKER

'Si no puedes con tu enemigo, únete a él', ha debido pensar el ex tenista alemán Boris Becker, de 33 años, que está dispuesto a ofrecer todo su inmenso bagaje deportivo a las autoridades de Mallorca con el objetivo de obtener luz verde a la construcción de una mansión en la localidad de Artá. La vivienda de Becker debe levantarse sobre unos 200.000 metros cuadrados en la finca de Son Coll, a unos 80 kilómetros de la capital balear. Pero todos sus intentos por legalizar el proyecto han chocado con las rígidas normas urbanísticas del Consell Insular de Mallorca. 'No quiero tratos de favor', dijo Becker ayer tras entrevistarse con la presidenta de esa entidad pública mallorquina, María Antonia Munar. 'Voy a cumplir las leyes como cualquier ciudadano extranjero con una propiedad en la isla', afirmó. Munar, por su parte, insistió en que el Consell no hará excepciones con el señor Becker, 'aunque está claro que si ofrece su colaboración para la organización de eventos deportivos o la creación de una escuela de tenis no podemos desaprovechar la ocasión', matizó. La presencia del famoso tenista germano levantó una gran expectación en la capital balear tras la reciente separación de su esposa, Barbara; su romance con la cantante germano-india de hip-hop, Sabrine Setlur, y el reconocimiento de su paternidad en el hijo engendrado con la modelo rusa Angelika Ermakova.-