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Un bebé de 18 meses pasó seis horas atado a una cama, sin tomar alimento y con el pañal sucio

El llanto desconsolado de Juan se escuchó durante horas por todo el inmueble de la calle de Emilio Raboso, 48 (Puente de Vallecas). Sólo el ruido esporádico de los trenes -las vías están a 50 metros de la vivienda- ocultaba su llanto. El niño llevaba horas sin comer. Tenía el pañal sucio y apenas se podía mover. Estaba atado con el cinturón de un albornoz a una cama de matrimonio. Después de llorar durante un buen rato, el bebé se calló. Quizá agotado de quejarse sin que nadie le hiciera caso.

El pequeño fue abandonado en el humilde piso donde vive con su madre, una mujer nacida en Angola, nacionalizada portuguesa, que se gana la vida ejerciendo la prostitución, según ha informado la policía.

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Un futuro incierto

La madre se marchó el domingo en un viaje urgente a Portugal para asistir al funeral de su padre. 'Salió el domingo hacia las seis de la tarde', explicó un vecino. El compañero sentimental de la mujer, un español que trabaja de albañil, según relató una vecina, se quedó al cargo de Juan. Pero el lunes por la mañana se fue a trabajar. Antes de marcharse llamó a Pedro, un amigo de la madre del niño, y le pidió que se quedara en el piso al cuidado del bebé, según declaró a la policía. Pedro accedió a hacer de canguro, pero hacia las 12.00 se marchó de la casa sin explicar por qué, según los vecinos. Dejó la puerta de la casa abierta y al niño atado en la cama.

'El hombre vino a mi casa pidiéndome dinero para llamar a los padres. Le dije que no tenía. Entonces bajó al piso de otra vecina y ella le dio 200 pesetas. Explicó que llamó a los padres, pero que no les localizó. Entonces dijo que se tenía que marchar y dejó al niño atado a la cama, con la puerta de la casa abierta', señaló una residente que no quiso identificarse. 'Antes de irse me contó que si estaba atado era porque se le había caído al suelo, ya que se movía mucho', añadió.

Como Juan no dejaba de llorar, la vecina entró al domicilio y se lo encontró inmovilizado. De inmediato llamó a la policía local y al Samur. 'Cuando la pediatra sacó al niño de la casa, le dije: 'Qué mono es'. Ella me contestó: 'Sí, pero tiene el pañal lleno de mierda'. El niño es precioso, morenito, con el pelo rizado', comentó otra mujer del edificio.

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El pequeño fue trasladado al hospital del Niño Jesús, donde fue atendido. No presentaba signos de malos tratos, pero los médicos descubrieron que está desnutrido, al parecer porque la madre padeció anorexia durante el embarazo. La policía afirma que se trata de un caso de negligencia sin mala intención.

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