Cada vez menos secundarios
Los actores andaluces han incrementado su presencia en el cine español en los últimos años
Casi se trata de una opinión generalizada entre los profesionales del cine en Andalucía: Solas sirvió para que se dieran cuenta en Madrid de que en la región existe gente muy válida, como Benito Zambrano, María Galiana y Ana Fernández. Cuando se emita por televisión Padre Coraje, la serie que rueda el director de Solas, 'se van a llevar la sorpresa de comprobar el excelente nivel de los actores andaluces, porque cada uno de los 104 actores que interviene es de aquí y a cual mejor'. Quien así habla es Juan Fernández, un hombre con una larga trayectoria en el teatro y el doblaje y que se dio a conocer gracias al personaje de novio mal encarado de Ana Fernández en Solas.
Ahora le llueven las ofertas para encarnar a personajes con registros similares, como el ambicioso empresario musical Manfredi en Gitano o el villano de Al alcance de la mano, una película para televisión que dirige Antonio Hernández. También se le podrá ver en breve en Lucía y el sexo, de Julio Medem.
En cualquier caso, no hay que esperar para ver a Juan Fernández y a otros muchos actores andaluces en Padre Coraje. Basta con repasar la lista de los principales títulos nacionales estrenados en los últimos meses para comprobar la cantidad y calidad de los intérpretes andaluces. Uno de los más prolíficos es Antonio Dechent. El año pasado se estrenaron cinco películas en las que participaba con mayor o menor presencia (Pídele cuentas al Rey, Báilame el agua, Fugitivas, Vengo y Cascabel). Ahora tiene tres en cartera, entre las que se encuentra Impacto, de Juan Carlos Fresnadillo, donde es coprotagonista.
En su opinión, el único secreto de haber participado en 25 largometrajes y 30 series de televisión en 15 años reside en el trabajo, porque no pertenece a ninguna de las 'familias' del cine español y, además, él mismo se define como 'poco simpático'. Dechent considera que el buen nivel de los actores andaluces se debe a que no lo han tenido 'nada fácil'. 'Todos hemos visto en el otro cómo hay que subir: escalón a escalón, por eso nos respetamos mucho entre nosotros mismos'.
El también sevillano Manuel Caro, descubierto por José Luis García Sánchez en Pasodoble, redunda en esta idea, 'hay que sembrar y estar encima, a no ser que tengas un pelotazo como en el caso de Ana Fernández con Solas'. Este actor, que interviene en Gitano y El Bola, cree que los intérpretes andaluces destacan por 'su pura intuición', algo que subraya la marbellí Mariola Fuentes, una actriz con muchas tablas en la comedia y que protagoniza, junto a Sergi López, El cielo abierto. 'La chispa te la da la tierra, por eso somos más espabilaíllos y es indudable que en Andalucía hay mucha creatividad', dice Fuentes.
Manuel Morón, el padre violento de El Bola y progenitor de la niña que intenta asesinar Juan Diego Botto en Plenilunio, afirma que 'antes se era más estricto con el acento, pero ya no constituye un problema'.
'Suelo trabajar con directores que ya me conocen' manifiesta el granadino José Cantero, el más veterano de ellos. Este actor, con más de 30 películas en poco más de 15 años, intervino en una de las más taquilleras, Año Mariano. En otras ocasiones, son las buenas referencias las que producen sus efectos. 'David Trueba me llamó para un pequeño papel en Obra maestra porque le habían hablado de mí', afirma la actriz gaditana Alicia Cifredo, que acaba de estrenarse como directora con un corto que ha rodado en Londres.
Para Ana Wagener, las pruebas de selección son aleatorias e injustas. Por fortuna para esta sevillana, que formó parte del elenco de El Bola y Besos para todos, fueron los propios directores los que se fijaron en ella tras verla en funciones de teatro alternativo.
Antonio de la Torre, el simpático camarero que atiende a Carmen Maura en La comunidad o el policía torpe de El corazón del guerrero, acude de vez en cuando a pruebas de selección de actores pero se lo toma con bastante tranquilidad. 'Soy presentador de programas deportivos en Canal Sur Televisión. Así que no tengo la angustia de necesitar ese papel para sobrevivir, voy más relajado y me sale mejor', afirma este malagueño.
Para Manuel Caro, la sensación más gustosa es 'no tener que ir a los castings' y entrar en un rodaje donde te encuentras con caras conocidas de otras películas. 'Antes, cuando no conocía a nadie, todo era mucho más frío; además, mientras más trabajo tienes más te sale, por eso desaparece la necesidad de venderte como al principio', agrega Caro.
Es una cuestión de tiempo, viene a decir Manuel Morón. 'Hay que invertir mucho trabajo a lo largo de varios años para darte a conocer'. O como indica metafóricamente Caro: 'Es como entrar en el mar. Tienes que vencer las primeras olas, pasado ese difícil tramo, empiezas a navegar'.
'No se puede sembrar'
Instalarse en Madrid o seguir residiendo en Andalucía, éste es el dilema. Algunos optaron por hacer la maleta e irse. 'Estaba cansado del sur, donde no hay mercado; no se puede sembrar porque no hay campo para hacerlo', explica Manuel Caro. 'Antes, cuando hacía teatro, mantenía el vínculo porque participé en varios montajes del Centro Andaluz de Teatro, pero cuando opté por el audiovisual decidí quedarme aquí, en Madrid', concluye categórico Caro. Ana Wagener también optó por instalarse en la capital. 'Hay muchas más posibilidades de trabajo', dice la actriz. Manuel Morón lleva 10 años ya: 'La única alternativa para trabajar en el cine es Madrid, ni siquiera Barcelona'. Juan Fernández hizo doblaje y teatro entre Madrid y Sevilla. Las continuas ofertas en cine han inclinado la balanza hacia la capital de España.
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