EMINEM, PROVOCADOR DE MANUAL
El más odiado y admirado rapero del momento mostró sus verdaderos colores en la última escala de su minigira europea. Una lengua viperina, una coreografía perfecta, pero escasa sustancia. En directo, Eminem es incapaz de exprimir la jugosa diatriba antisocial de su disco The marshall mathers, que le ha elevado al podio de los antihéroes populares. Al menos en Londres, donde actuó el fin de semana. Los sumisos adolescentes -muchos de ellos, la imagen exacta de su ídolo de Detroit, con el pelo teñido de rubio y pantalones de chándal de varias tallas más de las necesarias- se contentaron con escuchar su monólogo de quejas, le acompañaron en las letras y se conformaron con cerca de media hora, de una actuación de 45 minutos, del rap de los D-12, la banda que promociona. Los grupos gay ignoraron con su ausencia al primer rapero blanco que acerca el hip-hop a las grandes masas con consignas tan irónicas como denigrantes acerca de las mujeres y los homosexuales. La confirmación, a través del diario Los Angeles Times, de que Eminem ha pedido la colaboración de Elton John en la gala de los Grammy acalló quizá su protesta. 'Ya sé que voy a recibir muchas críticas', anticipa el pionero activista inglés del movimiento gay. Ambos tienen previsto cantar a dúo el superventas Stan, la trágica historia de un fan ignorado por su ídolo, el álter ego de Eminem.-
