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Juicio contra el regidor de Coslada por supuestas amenazas al jefe de la Policía Local

El alcalde de Coslada, Juan Manuel Granados (PSOE), se sentó ayer en el banquillo para responder de las supuestas injurias y amenazas que le imputa Ginés Jiménez, jefe de la Policía Local de esta localidad de 80.000 habitantes. Jiménez denunció al alcalde el pasado 18 de octubre, después de que el regidor le citase en su despacho y, según la denuncia, le dijese 'a gritos' que le iba 'a echar del cuerpo y del Ayuntamiento'. Granados negó haber proferido tales amenazas. 'Nunca le insulté ni le dije que le fuera a echar del servicio', declaró. Y añadió que citó a Jiménez para indicarle que debía acudir uniformado al servicio. Según Granados, el jefe policial le pidió que le pusiese 'por escrito' la orden, pero el regidor optó por hacerlo 'verbalmente' tras consultar a la secretaria general del Ayuntamiento, Pilar Aguilar.

Tres testigos de aquella reunión -el concejal de Seguridad, la secretaria general del Ayuntamiento y el director de servicios de la Policía Local- afirmaron que el alcalde no amenazó al jefe policial. La fiscal y la defensa pidieron la absolución de Granados, mientras que la acusación particular reclamó una condena de dos multas de 20 días por sendas faltas de amenazas e injurias.

Jiménez aclaró a la juez que desde 1987 posee un permiso de la Delegación del Gobierno que le exonera de ir vestido de policía en sus visitas al servicio, y aclaró luego a los periodistas que todo obedece a la 'infundada campaña de persecución' que sufre en el Ayuntamiento 'por parte de los nuevos gobernantes'. Jiménez añadió que era 'lógico' que los testigos negasen haber oído al alcade proferir esas amenazas, 'que, sin embargo, se produjeron'.

'Nueve expedientes'

El enfrentamiento entre el alcalde de Coslada y el jefe de la Policía Local no es nuevo. Tras ser relevado el anterior regidor, José Huélamo, y constituirse la nueva corporación, fruto de un pacto entre IU y PSOE, el pleno relegó a Jiménez a un segundo puesto y encomendó la jefatura policial a Antonio Plana, con el cargo de director de servicios de la Policía Local. El alcalde señaló, tras la vista, que la corporación relevó a Jiménez porque busca un nuevo modelo policial 'al servicio del ciudadano'.

Jiménez destacó que se siente impotente ante la actitud del alcalde. 'En 14 años de servicio', dijo, 'jamás me habían abierto un expediente; ahora, en sólo un año me han abierto nueve y me han suspendido de empleo y sueldo tres veces; las dos primeras suspensiones las han anulado cautelarmente los jueces de lo contencioso, y la tercera, que se va a resolver en cuestión de días, se debe a que la Audiencia Provincial ha dicho que se investigue mi intervención en el arresto de unos detenidos'. 'Están jugando con mi familia y mi puesto de trabajo, y no es justo', afirmó Jiménez, quien asegura que la raíz de su relevo es 'un acuerdo político entre IU y el PSOE tras las elecciones' contra él, 'hombre de confianza del anterior regidor'.

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