Aguas de Valencia pacta con Vainmosa y se asegura la renovación del contrato de la capital

La sociedad Aguas de Valencia (AVSA) absorberá a Vainmosa Cartera, propietaria del 49% de la empresa de aguas de la Diputación de Valencia, Egevasa, tras alcanzar un acuerdo. Con la integración de Vainmosa -participada por Banco de Valencia-Bancaixa, BSCH, Lubasa y Facsa-, Aguas de Valencia se asegura la renovación del contrato de agua potable de la ciudad de Valencia. El Ayuntamiento de la capital, titular del servicio, prepara para el año 2002 la renovación de la concesión. El acuerdo accionarial sella la paz entre los accionistas de Aguas de Valencia.

Vainmosa Cartera, sociedad creada para concursar por la privatización del 49% de Egevasa, participada mayoritariamente por la Diputación de Valencia, será absorbida por Aguas de Valencia, responsable del abastecimiento a la ciudad de Valencia desde principios de siglo, con un intercambio accionarial ventajoso. Concretamente, el canje se ha establecido en una acción de Aguas por cada 5,5 títulos de Vainmosa.

Este intercambio deberá recibir el visto bueno de Aguas de Valencia en el consejo de administración previsto el próximo martes. Una vez se apruebe este trámite se abrirá un proceso de 100 días en el que las juntas generales de accionistas deberán ratificar el contenido del acuerdo y proceder a la reorganización del consejo de administración de Aguas.

El acuerdo permitirá la entrada como nuevos accionistas de las compañías castellonenses Lubasa y Facsa, que contarán con un consejerero cada una y una participación accionarial superior al 3%. El Banco de Valencia (Grupo Bancaixa) aumentará su participación a casi el 10% y obtendrá dos consejeros; el BSCH permanecerá prácticamente igual, con tres puestos en el consejo y una participación del 21%; los franceses de Bouygues, a través de su filial Saur International, es la que más reduce su cuota accionarial tras pasar de un 37% a un 30% de la nueva Aguas de Valencia y cinco consejeros. Y el naviero Vicente Boluda, actual presidente de la compañía, perderá dos consejeros y conservará otros dos, con una participación estimada en el 8%.

El consenso se ha materializado después de dos años de luchas internas entre los accionistas provocadas por la intervención del concejal del Ayuntamiento de Valencia, Alfonso Grau, quien sembró la discordia cuando impuso como condición para que Aguas de Valencia renovase el contrato de abastecimiento en el año 2002 el que 'valencianizara sus accionistas'. Entonces, el grupo francés Bouygues era el accionista mayoritario y el Grupo Bancaixa, con un 6% del capital, exigió más peso en la sociedad.

Las tensiones alcanzaron toda su intensidad cuando la Diputación de Valencia anunció la privatización del 49% de su empresa de aguas, Egevasa. Aguas de Valencia se presentó al concurso de Egevasa y los accionistas españoles de la compañía (Banco de Valencia-Bancaixa y BSCH), conjuntamente con Lubasa y Facsa, formularon también su propia oferta creándose un conflicto de intereses. Este paso recrudeció el enfrentamiento entre accionistas.

Finalmente, la Diputación de Valencia eligió la oferta de Vainmosa Cartera. Bouygues interpretó esta decisión como una amenaza velada: Si no facilitaba la 'valencianización' del capital de Aguas de Valencia, Egevasa podía convertirse en titular de la concesión de la ciudad. La siguiente decisión, después de meses de vacilaciones, fue el despido del entonces director general de la compañía, Álvaro Aguirre, una condición impuesta por los franceses que hacía tiempo habían perdido la confianza en el directivo. Éste, defendido durante meses por el presidente Vicente Boluda, salió finalmente de la compañía el 8 de agosto del año pasado. Desde entonces, los accionistas han silenciado el enfrentamiento y se han sentado de nuevo a negociar.

Después de la marcha de Aguirre, las partes se comprometieron a acometer la fusión por absorción con Vainmosa Cartera antes de que finalizase el 2000. Los socios han excedido el plazo pactado inicialmente pero cierran con el pacto dos años de duro enfrentamiento. El futuro consejo de Aguas de Valencia, una vez se reordene su composición, lo integrarán 14 consejeros. El órgano de gobierno de la compañía, que eliminó el puesto de consejero delegado para forzar la salida de Álvaro Aguirre del consejo -éste se quedó a partir de entonces como director general-, baraja recuperarlo para que pase a ocuparlo el actual director gerente, Aurelio Hernández, un hombre del PP.