Los trabajadores de Boliden anuncian movilizaciones al sentirse 'engañados'
Los trabajadores de Boliden Apirsa, la propietaria de la mina de Aznalcóllar, han decidido no esperar más. El próximo martes se concentrarán ante el consulado de Suecia en Sevilla para protestar por la gestión de la empresa, filial de una multinacional de origen sueco. 'Nos sentimos engañados', explicó ayer Luis Campello, representante de CC OO en el comité de empresa. La firma, que está en suspensión de pagos y dejará la mina en noviembre, baraja una parada técnica en marzo que, según los trabajadores, puede convertirse en el cierre definitivo de la instalación.
El consejero delegado de Boliden Apirsa, Carl Soderberg, comunicó la pasada semana a los empleados de la mina que, debido al bajo precio del cinc (principal mineral extraído en Aznalcóllar) y al descenso en el valor del dólar, el plan de producción previsto para garantizar la continuidad de la explotación hasta noviembre podía no cumplirse, por lo que la empresa barajaba una parada técnica en marzo.
Esta posibilidad y la falta de ofertas en firme de otras empresas para comprar la mina Boliden (la australiana Murchinson está interesada en la operación pero no se ha comprometido a realizarla a corto plazo) ha llevado a los trabajadores a iniciar 'medidas de presión', para que la compañía 'busque opciones de venta', según Miguel Rufo, representante de UGT.
Grieta reparada
Los representantes de los trabajadores informaron de que la empresa les había asegurado que la grieta detectada en el azud (obra realizada para derivar agua) que rodea el pantano de Aznalcóllar (que suministra agua a la mina y al pueblo) 'no supone ningún riesgo'. De hecho, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Manuel Vizcaíno, afirmó ayer que los trabajos de saneamiento de la grieta ya habían concluido.
Vizcaíno indicó que técnicos de Boliden avisaron de la detección de la grieta el pasado día 29 y que la Confederación empezó los trabajos dos días después. El presidente de la Confederación negó que la fisura fuese un aviso de un posible derrumbe de la escombreras de desechos que circundan el pantano, tal y como había denunciado la asociación ecologista Adena. 'Ha sido una imprudencia decir que había fisuras', afirmó.
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