Primer aniversario del drama
Hace ahora un año, día tras día, que el mundo se despertó, un cierto 5 de febrero, con las tristes imágenes que llegaban desde El Ejido, en las que se veían las chabolas en las que vivían los marroquíes coronadas por lenguas de fuego, las mezquitas ultrajadas, las carnicerías halal saqueadas y se podía contemplar a miles de marroquíes helados en la calle tras haber pasado una larga y dramática noche al raso. Ésta fue la imagen ofrecida al mundo por el pequeño pueblo de El Ejido. (...)
Se trató de una larga noche de 'caza al moro', de vindicación popular insensata y huraña y de la negación pura y simple por parte de una horda xenófoba del principio de convivencia. Desde ese momento, los marroquíes tienen 'la memoria tatuada' y no están dispuestos a extirpar de su alma la pesadilla sufrida por ellos esa noche, vivida en un Estado de derecho. (...) El mundo acababa de descubrir el neoapartheid, un foco de segregación y esclavitud disfrazada y un laboratorio de explotación de fuerza humana a precio vil.
Un año más tarde, la situación que viven los emigrantes marroquíes en El Ejido apenas ha cambiado ante la intransigencia de las autoridades locales para normalizar las relaciones entre empresarios y asalariados en beneficio de los immigrantes. (...) Un año después, hay menos marroquíes en situación regular, hay más miedo a ser acosado por las hordas racistas y se sufre un endurecimiento de las medidas administrativas sobre la inmigración. Los marroquíes viven en un semigueto. (...)
Mohamed Boundi
Casablanca, 6 de febrero
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