EL 'CULEBRÓN' DE LOS BECKER

El culebrón sobre la vida privada de Boris Becker, de 33 años, alcanzó ayer un punto culminante, cuando el tenista alemán, recién divorciado tras nueve años de matrimonio, reconoció la paternidad de Anna Ermakowa, una niña londinense de diez meses, cuyo rostro es tan elocuente como el resultado de las pruebas genéticas que han propiciado la confesión de su progenitor. 'Reconozco mi paternidad. Asumo la responsabilidad y cuidaré a la pequeña Anna', declaró el tenista en una nota difundida por sus asesores de prensa en Múnich. Anna es hija de la modelo de origen ruso Angela Ermakowa, de 33 años. Las pruebas genéticas, realizadas a instancias de la madre, revelaron que la pequeña es también hija de Becker y, por lo tanto, hermanastra de Noah Gabriel, de 7 años, y Elias Balthasar, de un año, los dos hijos habidos en el matrimonio entre el tenista y la norteamericana Barbara Feltus. 'Espero que con esta declaración se acaben todas las especulaciones de las últimas semanas', señaló el tenista refiriéndose al retoño londinense, que, según Ermakova, es el producto de un único encuentro sexual con el tenista. 'Los niños son lo más inocente que hay en este mundo y haré todo lo que pueda para que Anna tenga el futuro de una niña feliz', declaró ayer el tenista, que el martes por la noche presentaba en público a su nueva novia, Sabrina Setlur, en la gala de entrega de los premios Mercedes de Fórmula I, celebrada en Valencia. Esa misma noche, su ex esposa, Barbara, de 34 años, aparecía por sorpresa en la entrega de los galardones Cámara de Oro (el oscar de la televisión alemana), organizada por la revista Hör Zu en Berlín. Enfundada en un elegante vestido de Armani, Barbara, más delgada y más bella que cuando seguía a su marido de pista en pista, entregó el premio al cantante latino Ricky Martin. La ex esposa de Becker calificó su repentina aparición como 'el primer paso de mi nueva vida'. Antes, tanto Barbara como Boris habían confesado sus sentimientos en público. Él se había explayado en una entrevista que, bajo el título 'Yo', es el reportaje de portada de Der Spiegel esta semana, y ella, en otra entrevista al semanario Bunte. Él consideraba el fracaso de su matrimonio como su 'peor derrota', se mostraba inquieto por la aparición, al lado de su ex mujer, de un tal Daniel, que supuestamente actúa como 'guía espiritual', y consideraba que él, Boris, era el 'único amigo' que Barbara tiene y el único que puede ayudarla. Ella, por su parte, aseguraba que se había sentido protegida y querida en su matrimonio, que no había querido el divorcio y que ahora se despierta cada mañana con la sensación de que un elefante le salta sobre el corazón.-