Carlos Gila compra Sintel a Mas Canosa por dos euros para intentar salvar el grupo

El cuadro clínico de Sintel es gravísimo: apenas con una ínfima cartera de pedidos, unas deudas que ya superan los 30.000 millones de pesetas, en suspensión de pagos, un expediente presentado en Trabajo que pide la extinción de 1.200 empleos de los 1.800 con los que cuenta y con la plantilla acampada en plena calle desde hace dos semanas frente a los ministerios de Economía y Ciencia y Tecnología, en Madrid.

A pesar de ello, Carlos Gila Lorenzo, de 32 años, hijo del diputado por Segovia de la antigua UCD Carlos Gila, considera que puede haber una salida para la viabilidad futura de la compañía si todas las partes apoyan su plan. Carlos Gila Lorenzo fue presidente de Coosur y de Alycesa y consejero de Azucarera Ebro, donde fue nombrado por sus buenas relaciones con la entonces ministra de Agricultura, Loyola de Palacio.

Gila Lorenzo fue nombrado presidente de Sintel el pasado mes de julio, dos semanas antes de que la empresa presentara la suspensión de pagos. Gila Lorenzo ha firmado el principio de acuerdo para comprar las dos compañías que componen el Grupo Sintel (Sintel, SA, y Sintel Redes Multimedia) y asumir sus deudas, que en este momento suponen más de 30.000 millones de pesetas.

La idea del nuevo administrador es convertirse en interlocutor único ante las cuatro partes que en estos momento pueden dar una salida a la empresa: MasTec, los interventores judiciales, el Ministerio de Trabajo, que estudia el expediente de extinción de contratos, y Telefónica, que tiene la llave de la viabilidad de la empresa si se decide a volver a pedir trabajo a la empresa.

El primer acontecimiento que se espera en la resolución de la crisis es el pronunciamiento de la Dirección General de Trabajo sobre el expediente de extinción de contratos, previsto para el día 9 de febrero. La anterior dirección de Sintel ya presentó el pasado mes de julio un expediente de regulación de empleo que afectaba a 889 trabajadores y que no fue admitido por Trabajo.

Los sindicatos, que ayer celebraron una manifestación en Madrid, a la que asistieron los secretarios generales de UGT y CC OO, Cándido Méndez y José María Fidalgo, respectivamente, han amenazado con nuevas movilizaciones si se aprueba ese expediente, porque consideran que no hay excedente laboral. Sintel debe en estos momentos seis nóminas a la plantilla, que suman un total de 2.500 millones de pesetas.

Sin embargo, la dirección de la empresa aduce que es necesaria la colaboración de la plantilla, ya que solamente en los siete primeros meses de 2000 la empresa sufrió unas pérdidas de 6.000 millones de pesetas, que se han ido agravando con el paso de los meses.

Los sindicatos no reconocen ninguna autoridad en la gestión a Carlos Gila y aducen que es un simple testaferro de Telefónica, la empresa que en 1996, cuando estaba presidida por Cándido Velázquez, decidió 'dar la estocada' al venderla al empresario cubano Jorge Mas Canosa en una operación 'muy opaca', según los sindicatos. De hecho, los sindicatos señalan que Mas Canosa compró la empresa sin desembolsar totalmente el importe de la operación, que es otro enigma para ellos. Desde ese año la empresa ha ido de mal en peor, según el comité de empresa, que cree que 'tanto Telefónica como MasTec lo único que han hecho es vaciar de contenido la compañía y descapitalizarla'.

Una de las principales razones por las que Sintel está en crisis es la retirada de la carga de trabajo por parte de Telefónica, que le adeuda unos 6.000 millones de pesetas. La operadora, a su vez, es el principal acreedor de Sintel en la suspensión de pagos, con 2.900 millones.

En protesta por esta situación, miles de personas -entre 15.000 y 20.000 según los organizadores- se manifestaron anoche en el paseo de la Castellana de Madrid y hasta la sede del Ministerio de Trabajo, en solidaridad con los trabajadores de Sintel, que reclaman el pago de las nóminas que se les adeudan y la retirada del expediente de regulación.