Maragall exige una explicación de Pujol ante el Parlamento catalán

Maragall afirmó que el presidente de la Generalitat debiera presentar una cuestión de confianza a la Cámara, porque una crisis que afecta al conseller en cap (consejero jefe) y al líder del segundo partido del Gobierno afecta también, dijo, a los apoyos parlamentarios con que ha contado hasta ahora.

'No estoy muy seguro de que aquí se perciba esto como una crisis', señaló el presidente del PSC, 'pero en Europa a esto se le llama una crisis grave'. Maragall subrayó que la dimisión se produce sólo tres semanas después de que Pujol diera por cerrada una crisis provocada al nombrar al secretario general de Convergència, Artur Mas, como consejero jefe con la abierta oposición de sus aliados de Unió. 'Y todavía está por ver qué pasa con el titular de Cultura', añadió.

La legislación catalana obliga al presidente del Gobierno a dar cuenta al Parlament de los cambios en su gabinete, pero no a presentar la cuestión de confianza. Sin embargo, Maragall sostuvo ayer que el nombramiento de un consejero jefe es un cambio en la forma de gobernar que va más allá de la sustitución de un consejero por otro. 'Eso obliga políticamente, si no legalmente, a pedir la confianza de la Cámara', dijo. Y más todavía si a ello se añade que ahora Pujol 'está técnicamente desautorizado' por el líder del segundo partido de la coalición nacionalista.

Disgusto en el PP

Como Maragall, los dirigentes de los demás partidos coincidieron en señalar que la dimisión de Duran es un golpe a la pretensión de Mas de erigirse en sucesor de Pujol. 'En lugar de empezar sumando, ha empezado restando', dijo Josep Lluíz Carod-Rovira, secretario general de Esquerra Republicana (ERC). Este dirigente manifestó su convicción de que Mas ha quedado en mala posición. 'Difícilmente podrá convencer a la mayoría de ciudadanos si no puede convencer ni siquiera a sus socios de coalición'. Y reclamó que los dos partidos de la coalición 'dejen de pelearse o convoquen elecciones'.

El presidente de Iniciativa-Verds (IC-V), Rafael Ribó, lamentó que Cataluña tenga un Gobierno 'preocupado por sus problemas de coalición, de partido o de núcleo de partido'. Ribó elogió la actitud 'dialogante' adoptada por Duran en los 14 meses en que ha permanecido en el Gobierno catalán y dijo que Mas es 'un gestor, como mucho'.

La reedición de la crisis disgustó sobremanera al PP, cuyo presidente en Cataluña, Alberto Fernández Díaz, había advertido hace dos semanas de que no estaba dispuesto a aceptar nuevos cambios en un Gobierno que subsiste gracias a sus votos. El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, dijo que 'no se hubiera debido llegar' a esta situación y mostró su extrañeza por el hecho de que Duran haya afrontado 'una crisis política desde una decisión estrictamente personal'. Pese a ello, Piqué mostró su deseo de que se mantenga la cooperación entre CiU y el PP y por lo que respecta a los conservadores aseguró que 'va a continuar en la medida de lo posible a lo largo de toda la legislatura'.

Fernández recriminó a CiU que 'actúe como un partido de oposición' más que de gobierno, pero olvidó sus amenazas de hace dos semanas y requirió a Pujol a 'acelerar' el cierre de la crisis.