Ronaldo, asaltado a punta de pistola

Es difícil que en Río de Janeiro un asalto a mano armada a las diez de la noche a alguien que conduce un buen coche sea noticia. Lo fue, sin embargo, el protagonizado el domingo por tres delincuentes que, empuñando pistolas y revólveres, detuvieron el flamante BMW de Ronaldo, futbolista del Inter.

Según su versión de los hechos, Ronaldo, que se está recuperando de una grave lesión de rodilla, se dirigía solo hacia su domicilio de Barra de Tijuca cuando unos bandidos, que viajaban en un Golf rojo, se cruzaron ante él y le obligaron a parar en la avenida Niemeyer, cerca de la entrada a la famosa favela de Vidigal, en el barrio de São Corrado. Entonces le apuntaron con sus armas y le conminaron a entregarles su BMW. Al reconocer a su víctima, dos de los malhechores se quedaron sorprendidos y hasta asustados y quisieron desistir de su acción. Pero su jefe les gritó para que hicieran que el jugador saliera del vehículo.

Ronaldo, en autostop, se fue a la casa de su jefe de prensa, Rodrigo Paiva, en el barrio de Leblón. Desde allí telefonearon a la policía y a la compañía aseguradora, que accionó un dispositivo vía satélite para cortar la inyección del automóvil, hallado una hora más tarde cerca del Jardín Botánico, intacto y con las puertas cerradas.

El ex barcelonista está convencido de que el asalto no era contra su persona, sino contra el coche de lujo y destacó que, al vérselas ante él, los delincuentes se pusieron muy nerviosos. Y es que ni los bandidos menos escrupulosos desean, al menos hasta ahora, hacerse una mala imagen asaltando o secuestrando a futbolistas famosos. En realidad, Ronaldo se pasó todo el tiempo de su interrogatorio en la delegación policial firmando autógrafos a los agentes y los funcionarios presentes.

'No voy a ir en adelante con guardia de seguridad ni me voy a ir de Río', declaró Ronaldo a la prensa; 'yo soy de esta ciudad y la amo mucho. Mi esperanza es que un día podremos vivir en ella como en un lugar tranquilo'. Ronaldo tuvo que cambiarse de vivienda en septiembre tras detectarse tres tentativas de asalto. Pero él no cree que fuera para robarle: nunca le faltó ni un alfiler. En su opinión, se trataba de paparazzi en busca de fotos comprometidas.