Miguel Sanz insta a la militancia de UPN a conseguir la mayoría absoluta

Unión del Pueblo Navarro (UPN) abrió ayer su 6º Congreso en Pamplona con un encendido y autocomplaciente llamamiento del presidente del partido y del Gobierno foral, Miguel Sanz, a conseguir la mayoría absoluta en las próximas elecciones autonómicas y desprenderse así del control que actualmente ejerce el PSN-PSOE sobre los regionalistas. El presidente de UPN arremetió contra el nacionalismo vasco, señalando que su comunidad tiene garantizada su futuro al margen de la violencia de ETA, y las presiones independentistas.

Sanz inauguró los debates del congreso, en los que la unidad ideológica y programática es total, con un discurso en el que reivindicó para su partido el espacio de 'centro reformista' y los elevados niveles de bienestar social de los que goza la Comunidad foral. Una comunidad, señaló, que tiene garantizada su viabilidad futura al margen de la violencia de ETA y de las 'presiones culturales, invenciones e insidias del independentismo vasco excluyente' que no 'amedrentarán' al partido. '¡Como no pueden cambiar a los navarros, intentan cambiar las instituciones con la presión de las pistolas y las bombas!', exclamó Sanz, 'pero no nos doblegarán jamás. No necesitamos libertadores ni pertenecer a ninguna otra nación que no sea España', añadió.

La primera jornada del cónclave regionalista se dedicó a la aprobación de los principios políticos del partido, la ponencia de organización y el programa económico y social. Apenas doscientas personas siguieron sin excesivo entusiasmo el discurso de Sanz en un pabellón Anaitasuna rodeado de fortísimas medidas de seguridad, desplegadas por tres cuerpos policiales diferentes.

Dado que las votaciones para la renovación de la dirección del partido se producirán a lo largo del día de hoy, la sesión se centró en conocer el mensaje de Sanz a las bases del partido. Y el presidente se mostró confiado en seguir creciendo electoralmente. Los 152.000 votos obtenidos por la coalición UPN-PP en las últimas elecciones generales situaron al partido por encima de la mayoría absoluta, con un crecimiento del 21% sobre sus últimos resultados autonómicos. Y esa aspiración parece obsesionar a los regionalistas, obligados ahora, con 22 escaños sobre un total de 50 a contar con los once votos socialistas para sacar adelante las leyes más trascendentales.

'Los vientos favorables no dejarán de soplar', dijo Sanz, 'y sólo nuestros errores nos podrán echar al socavón'. Eso sí, Sanz añadió que UPN no pretende 'patrimonializar' el concepto de Navarra, si bien, a renglón seguido, atribuyó a su partido 'la mayor legitimidad' para definir ese concepto debido a su clara hegemonía electoral y señaló que el consenso, el diálogo y la moderación han sido los instrumentos empleados por el regionalismo para gobernar.

El congreso se cerrará hoy con la reelección de Sanz como presidente del partido y del actual portavoz parlamentario Alberto Catalán como nuevo secretario general, en sustitución de Rafael Gurrea, que pasará a ser vicepresidente.

El notario Javier Octavio de Toledo y el ex consejero foral José Ignacio López Borderías intentarán acceder a la presidencia y a la secretaría general, respectivamente, como cabezas visibles de los críticos del partido, que vienen denunciando, con escaso eco entre las bases regionalistas, la permanencia en los cargos directivos de un reducido núcleo de dirigentes. La nueva Ejecutiva reducirá sus miembros de 28 a 23 personas.

Dada la peculiaridad organizativa de UPN, las urnas para la designación de la nueva dirección estarán abiertas durante toda la mañana de hoy a los 4.000 afiliados del partido.